Por Burgos Dijital
¿Quieres recordar a tu padre deleitándose desde el sofá con un duelo en una del Oeste? ¿Rememorar a John Wayne y James Stewart en “El hombre que mató a Liberty Balance”? ¿A Clint Eastwood frente a Lee Van Cleef en “La muerte tenía un precio”?
Si tienes ganas de disfrutar de una buena pelea, aunque con disparos dialécticos, no te pierdas la segunda parte de “Todo lo que quieres saber sobre la investigación del HUBU y Méndez Pozo no te contará”, en la que Juan Antonio Ayllón y el entrañable ex-concejal Ibáñez, al que tanto se echa de menos, se batirán desde el amanecer.
En esta ocasión ofrecemos los entresijos que desconocemos de la Comisión de Investigación del Hospital de Burgos, algunos de los palos en las ruedas puestos por el Grupo Popular y datos que los medios locales no han querido desvelar en su afán por ocultar el misterio de la transustanciación del dinero público transformado en beneficio empresarial y el milagro de los panes y los peces en su versión actual de los proyectos modificados y sus costes al alza.
Verás también al querido “lamparillas”, enfundado en su típica camisa blanca inmaculada, “tirando de chuleta” para poder juntar cuatro palabras con sentido. Impasible ante los “zascas” recibidos y sabiéndose bien pagado por los cuatreros que, sin perdón, desvalijan las haciendas.
Comprobarás como se contamina una comisión cuando el grupo mayoritario se niega a que haya observadores externos y se trae a los “amigos” a declarar: funcionarios de libre designación, directivos de Eficanza y políticos, en definitiva gente neutral, imparcial, independiente. Además, no contentos con ello, introducen informes realizados “a sueldo” para justificar y legitimar el saqueo.
Para terminar, Ayllón espeta estas palabras al señor Ibáñez que resumen a la perfección que es lo que los periodistas del Diario de Burgos no te contarán: “¿Me quiere decir la Junta, a la que usted está defendiendo en vez de investigar, el plan de montaje que hizo para el primer equipamiento? Una de dos: o el primer proyecto era una birria y habrá que saber porque era una birria o el segundo está hinchado y quiero saber porque está hinchado.”
Esto y mucho más, después de escuchar las justificaciones los dos gestores de este desaguisado: Tomás Tenza, que pasó por los tribunales acusado de prevaricación y de trato degradante, y el gerente Ortiz de Valdivielso, una persona caracterizada por su independencia, a pesar de ser nombrado a dedo y haber convertido el hospital en su cortijo, y su buena disposición a la libertad de expresión.
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