Por Burgos Dijital
La policía marroquí prohibió las manifestaciones en la región del Rif, por la muerte el pasado martes del joven rifeño Imad Attabi, de 24 años en el barrio de Afazar de Alhucemas tras el impacto en la cabeza de un proyectil que le dejó en estado de muerte cerebral.
En Octubre de 2016 el Movimiento Popular Rifeño volvió a encenderse de nuevo después de que, Mouhcine Fikri, un vendedor de pescado ambulante, falleciese triturado por un camión de la basura cuando se introdujo en el vehículo para intentar recuperar la mercancía que le había sido incautada por la fuerza pública. El pueblo rifeño viene meses exigiendo mejoras sociales en la región, escuelas, hospitales, una universidad, respeto a la cultura rifeña, el fin de la pobreza extrema, la lucha contra la corrupción y libertades democráticas. La única respuesta que ha dado la monarquía marroquí a estas reivindicaciones populares ha sido la represión, que deja ya dos muertos y en torno a unos 200 presos políticos rifeños.
Imad Attabi reflejaba la situación de miles de jóvenes que el pasado 20 de Julio respondían al llamamiento del movimiento de lucha rifeño y salían a manifestarse pese la prohibición por parte de la monarquía alauita de Mohamed VI. Las fuerzas de represión no dudaron en utilizar un gran número de bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes.
Según Reuters y Europa Press, Abdessadak Elbouchattaoui, abogado de la familia del joven, confirmó la muerte y aseguró que el golpe en la cabeza habría sido producido por un bote de gas. Asimismo, denunció que a la familia “no se le ha permitido consultar los documentos médicos que detallan la causa de las heridas”. Según EP, las autoridades marroquíes no han ofrecido todavía “una versión clara de lo sucedido” .
El Rey Mohamed deploró el movimiento rifeño en su discurso pronunciado con motivo de la Fiesta del Trono que conmemora su entronización en 1999:
“Ante este vacío lamentable y peligroso, la fuerza pública se ha topado con la población y ha asumido su responsabilidad con valentía, paciencia, moderación, mostrando un gran respeto de la ley”, recalcó el rey. “Preservó así la seguridad y la estabilidad”
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