“Cualquier cosa puede transformarse en común, sólo necesita de una práctica auto-organizativa que lo dote de sentido comunal. “Las instituciones de lo común”, son las formas organizativas creadas como resultado de las prácticas de lo común”
Este sábado 24 de febrero, dentro de los encuentros sobre lo común, Amador Fernández-Savater explicó las diferencias entre lo común y lo público o estatal, definiendo las principales características que distinguen a lo común.
Lo comunal supone un derecho de uso y disfrute frente al uso privado y exclusivo, anteponiendo una democracia radical participativa a la representativa. Desde el relato que contrapone el Estado & Mercado, lo público & privado, la Izquierda & Derecha, nace otro hacer en lo común, que no presupone a priori más allá que la comunidad por comparecencia o aparición. Donde lo común es la presencia, estar juntos, sin una pertenencia formal.
Fernández-Savater analizó las experiencias de varios espacios creados en Madrid para explicar cómo son los espacios que unen el uso comunal y la propiedad pública los que ofrecen una heterogeneidad social más parecida a la realidad, en un mundo de diferencias. Espacios que invitan a construir y configurar el terreno comunal.
Las limitaciones de la Asamblea General
El 15M como experiencia de convivencia y práctica comunal en Sol, marcó unas dinámicas que han situado la asamblea como órgano de decisión en grupos y colectivos. Para Fernández-Savater la Asamblea tiene tres limitaciones en cuanto a la toma de decisiones que se da entre diversos, entre personas de diferentes sentires.
- Es difícil llegar a consensos sobre decisiones a tomar
- Coloca en un único lugar el poder de decisión
- La asamblea habla y decide pero necesita personas para se implique y realicen lo decidido
“La decisión”, explica Fernández-Savater, es un proceso que lleva tiempo y articula un proceso complejo que debe tener una dimensión inclusiva. La acampada del 15M en Sol tuvo en el grupo de organización y logística del espacio, la habilidad de Pensar-Haciendo. Creando tejido y articulando diferentes nodos de poder en la plaza.
Para Fernández-Savater, las decisiones deben suponer la atención a lo compartido, multiplicando la escucha, generando entorno. En la gestión de lo cotidiano, ceder el control al propio usuario, fuera de lo político, generando hábitos y evitando los formalismos y la delegación.
Como conclusión nos quedamos con esta última frase que condensa parte de la charla: “Multiplicar los espacios de participación y toma de decisiones que acojan la singularidad en su diferencia, haciéndonos cargo del trozo de mundo que nos ha tocado vivir”
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