La Comisión de Farmacia del Hospital de Burgos sustituye “los combos” contra el VIH para ahorrar en la factura

Por Comité Ciudadano Antisida de Burgos

EN LA LUCHA CONTRA EL VIH, UNA PASTILLA MARCA LA DIFERENCIA.

Con los tratamientos antirretrovirales actuales, en unos pocos meses, se controla eficazmente la enfermedad. Sabemos que los medicamentos para el VIH, o fármacos ARV, que se utilizan para el tratamiento del virus del VIH, no son capaces de curar la enfermedad, pero evitan que el virus se reproduzca o haga copias de sí mismo.

La adherencia al tratamiento es clave para conseguir la máxima eficacia y se necesita mantener al paciente dentro del sistema sanitario con un seguimiento médico adecuado. Numerosos estudios demuestran que la medicación es también la más eficaz de las medidas de prevención.

Si la carga viral es indetectable, no se puede transmitir el VIH. La probabilidad de transmisión del VIH está relacionada con la carga viral: a mayor carga viral, mayor riesgo hay de transmisión del virus. Los tratamientos antivirales disponibles disminuyen la carga viral de VIH en muchos pacientes hasta resultar indetectable en un análisis de sangre.

La Comisión de Farmacia del Hospital Universitario de Burgos, HUBU, ha decidido sustituir los tratamientos antirretrovirales más eficaces (los llamados “combos” que incorporan todos los principios activos necesarios para controlar el VIH en una sola pastilla) por la combinación de varios fármacos para conseguir un ahorro en la factura farmacéutica anual del hospital. Sin corresponderse con un criterio médico evidente, esta decisión utiliza a los pacientes con VIH para presionar a la industria farmacéutica con el objetivo de que bajen los precios de los medicamentos.

Tomada unilateralmente y aceptada, en general, por el Servicio de Medicina Interna del HUBU, se obliga a los pacientes con VIH a volver a tomar distintas combinaciones de fármacos, poniendo en riesgo aspectos fundamentales y ya demostrados que han garantizado hasta ahora un control eficaz de la enfermedad:

1. La adherencia al tratamiento siempre es más fácil tomando una única pastilla que tomando varias. En numerosos estudios y en las guías de las sociedades médicas se afirma que en relación con la adherencia los tratamientos de “una pastilla” son la referencia científica máxima.

2.Poner en riesgo la adherencia de las algunas personas con VIH al tratamiento supone aumentar las posibilidades de abandono en la toma de la medicación, de aumento de las resistencias ante el VIH, de incremento de las consultas de seguimiento de los pacientes, del número de hospitalizaciones y, en definitiva, generar un nuevo problema de Salud Pública.

3. La calidad de vida de las personas tratadas con ARV que se asocia a la simplificación de la toma de la medicación, empeora y esto va a repercutir negativamente en la manera de convivir con el VIH de muchos pacientes.

4. La reducción de los tratamientos disponibles en el Servicio de Farmacia Hospitalaria limita el libre ejercicio de los profesionales médicos y la individualización de los tratamientos que se pueden indicar en función de la situación y características de cada paciente.

Si se quieren reducir estos costes hay que analizar muchas otras variables que influyen en el actual modelo de mercado farmacéutico, que quedan muy lejos de una decisión tan local y sesgada, y recorrer otros caminos que pueden pasar por la compra centralizada de fármacos antirretrovirales, por el consejo médico individualizado hacia monoterapias o biterapias o por políticas de acceso a tratamientos genéricos más baratos que existen en el mercado. Y contar, antes de tomar estas decisiones, con los afectados por esta enfermedad.

Contar con la comunidad supone reconocer las enseñanzas que la lucha contra el VIH/SIDA nos ha mostrado estos años: que las mejores estrategias de prevención y de atención hacia las personas con VIH son aquellas en las que hemos participado activamente todos los agentes implicados.

Desde el Comité Ciudadano Antisida de Burgos denunciamos públicamente estos hechos y reclamamos que el Servicio de Farmacia Hospitalaria del HUBU disponga de todas las opciones de tratamientos médicos recomendados para la mejor atención sanitaria de las personas con VIH de Burgos. El acceso de todas las personas con VIH al tratamiento debe de estar plenamente garantizado desde el sistema sanitario.

 El Comité Ciudadano Antisida de Burgos es una organización de pacientes que tiene como objetivo final erradicar definitivamente la epidemia del SIDA en el año 2030 y que lucha para que todas las personas en riesgo de ser infectadas o diagnosticadas con el VIH tengan acceso a los tratamientos antirretrovirales, con independencia de cualquier otra consideración, y que, con un adecuado seguimiento médico tengan la carga viral indetectable y con el apoyo comunitario necesario disfruten de una calidad de vida en igualdad de condiciones que el resto de la sociedad.

2 comentarios

  1. Carlos Hermida Pérez

    Buenos días, soy el farmacéutico que el Dr Lorenzo ha declarado responsable de la ruptura de los combos en el HUBU. Quiero aclarar que ningún farmacéutico puede cambiar tratamientos, solamente el médico puede hacerlo, y que la decisión de romper los combos ha sido muy consensuada con los médicos (5) que tratan el VIH, todos de acuerdo con la ruptura, a excepción del Dr Lorenzo. En ningún caso supone cambio en el tto: se administran los mismos fármacos, a las mismas dosis y a la misma hora; lo único que cambia es que son 2 pastillas a la vez, y siempre por decisión médica. En conversaciones mantenidas con representantes del Comité Ciudadano Antisida se les ha explicado la importancia de la sostenibilidad del sistema sanitario; que el cambio de una pastilla a dos es seguro; que esta estrategia está avalada por la SEFH y a nivel Europeo; que, en el 75% de los pacientes a los que se les va realizar el cambio, además de por eficiencia, es por seguridad (esto es debido, como bien sabe el Dr Lorenzo, a que el combo contiene un fármaco que produce toxicidad renal y ósea y que, gracias a la rotura del combo, se puede administrar ese mismo fármaco, mejorado, que no produce tal toxicidad). En cuanto al ahorro en nuestro hospital, como bien sabe el Dr Lorenzo, son 200.000 € al año. En general, tomar un solo comprimido mejora la adherencia y la comodidad del paciente, pero los estudios realizados, a día de hoy, comparan un solo comprimido frente a “dos o más” al día y, esto, es completamente inadmisible: no es comparable 2 comprimidos tomados a la vez con, por ejemplo, 10 comprimidos en varias tomas al día, como sucedía en el pasado. Cuando se estudia la adherencia entre “un comprimido al día” y “dos tomados a la vez”, las diferencias no son significativas, según los estudios. Entonces: ¿por qué hay tanta reticencia por el Dr Lorenzo y el Comité Antisida al cual pertenece, sobre todo, cuando la mayoría de los pacientes (75%) se van a beneficiar de una mayor seguridad?

  2. Carlos Hermida Pérez

    Buenos días, soy Carlos Hermida Pérez, farmacéutico del Servicio de Farmacia del HUBU, la persona que el Dr. Juan Francisco Lorenzo ha declarado como único responsable de la ruptura de los combos en el Hospital Universitario de Burgos, y creo que debo aclarar algunas cuestiones al respecto.
    Lo primero que hay que saber es que ningún farmacéutico puede cambiar el tratamiento de los pacientes, solamente el médico responsable del paciente puede hacerlo. La Comisión de Farmacia y Terapéutica tiene una función asesora de la Dirección Médica, con el objetivo de realizar un Uso Racional de los Medicamentos en el hospital.
    En el HUBU, la decisión de romper los combos ha sido muy consensuada con los facultativos del Servicio de Medicina Interna encargados de la prescripción de los tratamientos antirretrovirales. Dos representantes del Servicio de Farmacia se reunieron con los 5 facultativos prescriptores y con la Jefa de Servicio de Medicina Interna y, en dicha reunión, se expuso la rotura de combos de 3 medicamentos, 2 de los cuales, que suponen el 75% de los pacientes objeto de cambio, “por razones de seguridad para el paciente”, además de por eficiencia, y esto es algo que el Dr. Lorenzo no ha dicho, a pesar de saberlo. Lo más interesante de esta reunión es que, todos los presentes, estuvimos de acuerdo con la ruptura de los combos, a excepción del Dr. Lorenzo.
    En cuanto a la ruptura de los combos en el HUBU, hay que saber dos aspectos fundamentales:
    • Que en ningún caso supone cambio en el tratamiento del paciente: se administran los mismos fármacos, a las mismas dosis y a la misma hora; lo único que cambia es, que en lugar de administrarlos en una pastilla única, se administran dos a la vez (nunca 3, como ha declarado el Dr. Lorenzo).
    • Que es una decisión médica y, en esto, los médicos responsables del paciente tienen la última palabra. La decisión del hospital de romper los combos, es una decisión de Uso Racional de los Medicamentos en el centro, que se acepta será válida para la mayoría de los pacientes, pero el facultativo responsable de un paciente particular puede mantener el tratamiento con pastilla única, siempre que se justifique racionalmente.
    Dicho esto, posteriormente a la aprobación del protocolo, he tenido ocasión de mantener conversaciones con representantes del Comité Ciudadano Antisida, y he notado una progresiva oposición en el tiempo: al principio, más comprensivo y colaborador; posteriormente, denunciando que “pasar de una pastilla a dos es totalmente inadmisible”. En cualquier caso, en las largas charlas que hemos tenido, se les ha explicado las razones tan importantes de la sostenibilidad del sistema sanitario, objetivo fundamental de las Líneas Estratégicas de Salud y del Plan anual de Gestión de Castilla y León; que el cambio de una pastilla a dos, sobre todo cuando se administran juntas, es seguro, como hemos estudiado los Farmacéuticos y los Médicos responsables del tratamiento del VIH, la Comisión de Infecciosas, la Comisión de Farmacia y Terapéutica del Hospital y la Dirección Médica del Centro; que esta estrategia está avalada por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria y a nivel Europeo; que, en el 75% de los pacientes a los que se les va realizar el cambio, además de por eficiencia, es por seguridad (esto es debido, como bien sabe el Dr. Lorenzo, a que el combo contiene un fármaco que produce toxicidad renal y ósea y que, gracias a la rotura del combo, se puede administrar ese mismo fármaco mejorado que no produce tal toxicidad). Estas cuestiones las entendían los representantes del comité y, por supuesto, los pacientes a los que ya se ha realizado el cambio de tratamiento en el Servicio de Farmacia que, por cierto, y hasta ahora, nos ha sorprendido el grado de aceptación y comprensión que han manifestado, no solo con los tratamientos que mejoran su seguridad, sino también aquellos pacientes cuyo cambio es, exclusivamente, por mantener la sostenibilidad del sistema sanitario; muy al contrario de las declaraciones del Comité Antisida. Esto es algo de lo que nos podemos enorgullecer como sociedad.
    En cuanto al ahorro que va a producir en nuestro hospital estos cambios, como bien sabe el Dr. Lorenzo, son 200.000 € al año, algo nada despreciable y, solo, por pasar “temporalmente” de un comprimido a dos.
    En general, tomar todos los fármacos en un solo comprimido mejora la adherencia y la comodidad del paciente. Pero los estudios realizados, a día de hoy, comparan un solo comprimido frente a “dos o más” comprimidos al día y, esto, que interesa mucho a nivel comercial, es completamente inadmisible: nada tiene que ver 2 comprimidos tomados al mismo tiempo con, por ejemplo, 10 comprimidos tomados en varias tomas al día, como sucedía en los tratamientos del pasado. Cuando se intenta relacionar la adherencia entre “un comprimido al día” y “dos tomados a la vez”, las diferencias no son significativas, según los estudios.
    Entonces: ¿por qué hay tanta reticencia por el Dr. Lorenzo y el Comité Antisida al cual pertenece, sobre todo, cuando la mayoría de los pacientes (75%) se van a beneficiar de una mayor seguridad?
    Para cualquier aclaración, estoy a vuestra disposición,

    Un saludo.

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