Carta abierta a la Asociación Cultural “Mota de Judíos”, en la provincia de Burgos, Castilla y León
Cartas de los lectores

Recientemente visité su pueblo atraído por la noticia del cambio de nombre y la recuperación de su pasado.
Nos mostraron, muy amablemente, el centro de interpretación y recorrimos, además del propio pueblo, la “mota”, donde están las excavaciones de la desaparecida aldea medieval, que sirvió de hogar y refugio a los castellanos de fe judía expulsados violentamente de la localidad de Castrojeriz.
Tenemos que felicitarles por la iniciativa que permite rescatar parte de nuestro pasado y enriquecer las narraciones de nuestra historia con jirones prácticamente enterrados, precisamente porque fueron protagonizados por minorías perseguidas, que sufrieron el injusto y cruel síndrome del chivo expiatorio.
Sin embargo, durante el tiempo que duró nuestra visita a Castrillo Mota de Judíos, eché de menos alguna referencia a otros pueblos igualmente perseguidos, con un claro intento de exterminio de forma igualmente injusta y cruel, los palestinos.
Me parece que recordar y recuperar el triste ejemplo que sufrió el pueblo judío en las tierras de Castilla, hasta su expulsión definitiva, es un estupendo acicate para condenar y manifestarse claramente contra las deliberadas acciones de otros estados, como Israel, que ahora manchan la propia memoria de la historia de los judíos por el mundo.
Merece la pena re significar el esfuerzo acometido en lugares como Castrillo Mota de Judíos e impulsarlo para que en la actualidad la historia no se repita, ni en las orillas del Odra, ni en ningún otro lugar, menos aún entre el Mediterráneo y el río Jordán.
Estamos plenamente seguros de que una acción, una declaración valiente expresando una condena clara, dignificaría más aún, los esfuerzos realizados.
Luis Delgado Mariscal
El cambio de nombre del pueblo, del anterior, “Castrillo Mata Judíos” por el actual “Castrillo Mota de Judíos”, se debe al intento de su alcalde, de Ciudadanos de caer bien a los israelís, y después de invitarles pedirles la financiación para un polideportivo. Lo gracioso es que el término “mata judíos” no se refería a matar a los judíos, sino que se refería a una mata,
del lat. tardío matta, ósea un conjunto de la misma especie, como una mata de tomates, ya que allí la población de judíos era muy extensa.