Por IZAR Burgos
Las Kellys, camareras de piso de los hoteles que han sorprendido a toda la izquierda española organizando a cientos de empleadas de un sector tan feminizado y precarizado, estarán en Burgos el próximo 11 de mayo para explicarnos su experiencia.
Sigue existiendo trabajos altamente feminizados, casi siempre relacionados con los cuidados, y cómo en estos casos la precariedad va un paso por delante donde el contrato laboral es algo que en muchos casos ni existe (del indefinido ni hablamos). La brecha salarial de género en el Estado español se encuentra en torno al 25%, por no hablar del alto porcentaje de parcialidad ya que en pleno siglo XXI la mujer trabajadora sigue teniendo una doble jornada laboral impuesta, no remunerada e invisibilizada en el hogar. Esto impide en muchos casos disputar el espacio público, y sumado al menor salario la coloca en una situación de indefensión en casos de violencias de machistas. No es casualidad que en el Estado español lleve años hablando de feminización de la pobreza.
La autoorganización de los trabajadores y las trabajadoras es imprescindible; los centros de trabajo y sectores complicados (hosteleria, telemarketing…) son quizás, uno de los eslabones más débiles por los que quebrar las cadenas capitalista y patriarcales.
Por todo esto es necesario organizar resistencias frente a esta situación, es necesario un sindicalismo de base, combativo y que conciencie a la clase trabajadora, y en concreto a la mujer trabajadora, en la lucha como verdadera herramienta de cambio. Creemos necesaria una verdadera y efectiva transversalización del feminismo en la lucha obrera, que fructifique, entre otras cosas, en campañas que enlazen ambos temas; vemos necesaria la feministización de los espacios sindicales en todas sus escalas.