Por Acacio Puig
Se aproxima la convocatoria, el 1 de Octubre, del Referéndum Catalán y con ella la urgencia de tomar posición también en el caso de quienes no siendo catalanes somos ciudadanos forzados y forzosos del reino de España, lxs “legalmente atados” por la Constitución de 1978. Hace un par de años, en 2015, que en los artículos Catalunya ¿porqué no asumimos lo evidente? (oct.) y en ¿Monarquía española o República catalana? (nov.) enuncié la mía.
Hoy, recomiendo la lectura del número 153 de Viento Sur (agosto 2017) que dedica su sección “PLURAL” a La cuestión catalana y el problema español y especialmente -para gente “con prisas”, aunque el conjunto de artículos vale bien la pena de tomarse tiempo- el sistemático y elaborado texto Preguntas frecuentes sobre el referéndum catalán (Martí Caussa, páginas 48 a 55).
Brevemente voy a lo mío, que no pretende hacer prosélitxs sino reafirmar los criterios en que baso mi apoyo al derecho de Autodeterminación y a la Independencia de Catalunya y expresar mi solidaridad incondicional.
1.-El derecho de los pueblos a la autodeterminación forma parte del andamiaje demócrata-radical y comunista de quienes combatimos antaño por la recuperación de la soberanía popular (sí, la que reside en nosotrxs, pueblo llano) sin recortes ni perversas delegaciones en “representantes” incontrolables y menos, en sangrientos dictadores de oficio.
El respeto a esa soberanía y por ello a su ejercicio, alentó y alienta también nuestra vocación anticolonial y antiimperialista que es la mejor expresión política de la Fraternité y el internacionalismo.
2.-El clamor social por la realización del Referéndum en Catalunya es tan significativo y tan creciente como expresaron las últimas Diadas y otras movilizaciones nacionalistas de acentos sociales y también, la propia recomposición política del Parlament. Aunque todo ello sea vituperado por la cerrazón de los dos partidos del régimen del 78 (PP y PSOE) y sus satélites políticos y mediáticos respectivos, la batalla sigue abierta y se ganará más pronto que tarde.
La cerrazón ante cualquier solución dialogada (y no policiaco-jurídica mediante la presión de un Tribunal Constitucional dispuesto a empapelar a quien no encaje en el modelo), está agotada como proyecto político centralista y reaccionario. Se trata de una cerrazón lindante con la fobia histérica, la que aviva el fuego con gasolina en un vano intento de congelar el statu-quo del viejo “atado y bien atado” que legó el franquismo (“España: Una, Medio libre, Monárquica y Bipartidista”).
3.-En cuanto a buena parte de gentes de las agrupaciones de la izquierda (digamos fetén)… sus posiciones resultan difíciles de justificar. Sus trajines entre el gorro frigio cada 14 de abril y el calarse hasta las cejas la shapka bolchevique, cuando se les mienta el independentismo y la autodeterminación de las naciones sin estado…son incoherentes y peligrosos. Solo entonces, ante la amenaza de la “España rota” parecen excitarse con preguntas airadas sobre el “contenido de clase” de la República catalana. Otros, más moderados, le niegan el certificado de viabilidad. Se equivocan.
4.-Hay que reseñar que las grietas en el autoritario y antisocial Régimen del 78 las ha habido a lo largo de muchos años y su desgaste es irreversible. También, que Mareas de todos los colores -espabiladas por las guerrillas de pensamiento, asamblearismo y participación, practicadas por los movimientos 15 M en buena parte del territorio- han permitido ya avances significativos en la diversificación de la vida parlamentaria y municipal, en la conciencia política de la gente. El conjunto de la acción social se va dotando de nuevos contenidos y maneras a pesar del lamentable ralentí organizativo de nuestros sindicatos, movimientos y partidos.
Pero es evidente que el cuestionamiento social e institucional de este Régimen tiene una formidable punta de lanza en las batallas que desembocan en el esperado Referéndum del uno de octubre. Catalunya está siendo, en este período, “la gran mala bicha” para un régimen caduco.
Imponer el derecho del pueblo a decidir, crear una situación política nueva en la España monárquica y postfranquista, dislocar la trama de la Europa del Capital y avanzar en la práctica una Europa de los Pueblos (desde abajo y no con diseños poscoloniales) son transformaciones de mucho calado y a ellas nos apuntamos desde nuestra identidad internacionalista.
5.-Muchas cosas tienen que cambiar antes de lograr una confederación de pueblos ibéricos establecida libremente entre iguales (justo lo contrario de lo que dictaminó la constitución con el estado de las autonomías) pero seguro que una República Catalana -en este concreto período histórico- constituirá un revulsivo de inercias políticas, sociales, territoriales y culturales que no deben dejar de apoyarse con la mayor simpatía (y energía) por la amplia izquierda social de nuestro país y de Europa.
Desde luego: ¡Sí a la República Catalana! Supondrá un gran paso en la apertura del proceso constituyente que se nos escamoteó, consenso tras consenso, tras la muerte del dictador.
Sin solidaridad entre pueblos, como se dice en la izquierda, poco conseguiríamos y seguiremos sin conseguir nuestros objetivos, las mejoras de nuestra vida. Dejaremos cada unx a su merced y en solitario esperando que los buitres nos coman.
Por otro lado, por mucho que la “iniciativa” la llevase el sr. Pujol para hacer cortina de humo ante lo que por esa altura andaba tramando hasta que le ha durado, o el mismísimo Artur Mas, que también ha aprovechado el referendúm para ocultar su mala gestión de gobierno, lo importante es que las riendas las lleve luego la gente, la clase trabajadora, la que hace funcionar el mundo.
Desde fuera solo nos queda apoyar la decisión de lo que allí se decida mientras sea beneficioso para el pueblo. Si es la burguesía la que mantiene sus privilegios, empeora aún más las condiciones de vida, laborales, etc. la respuesta es NO a un gobierno como el hasta ahora, corrupto, capitalista y patriarcal, vendiendo armas, ocupando territorio extranjero y un sin fin…
Ahora toca cambiar la pirámide.
Mensaje dirigido a Pere E:
Decir que la opresión es asfixiante es tragar con los mantras del secesionismo catalán, hace seis año este asunto no existía, el independentismo rondaba el 15% del electorado y la peña no hablaba de opresión, así que yo revisaré mis prejuicios pero creo que usted debería hacer lo mismo. Que de hecho es gracioso hablar de opresión estando en una de las regiones con mayor PIB del que a su vez es el país con el cuarto PIB de la Unión Europea y el decimotercero a nivel mundial. Y no sé cuán etnicista sería el nacionalismo español a mitad del siglo XX porque no lo viví, pero si puedo comparar a la Cataluña y Euskadi francesas con las ubicadas al otro lado de los Pirineos y sin titubeos le puedo decir que no hay color, en reconocimiento de una de sus lenguas (la no compartida con el resto del país), autogobierno…
Excelente, conciso y acertado artículo.
Apuesto por la República catalana.
¿Monarquía francofascista? No gracias.
Reino de España compuesto mayormente de un gran rebaño de somnolientos borregos dóciles, NO GRACIAS.
La sociedad necesita personas, despiertas, abiertas, luchadoras, con dignidad….
> El proceso catalán obedece a principios supremacistas de la las élites burguesas catalanas, no hay nada solidario en él
El mateix és pot dir de la revolució francesa, el que no vol dir que sospesant les coses, el resultat no hagi acabat beneficiant el conjunt de la gent.
En tot cas, el com evoluciona i es reforma la identitat catalana durant la democràcia és sens dubte interessant del punt de vista acadèmic. Ara per ara però, tens el que tens davant teu: el discurs identitari que va començar Pujol, avui dia s’ha assumit com a propi força transversalment a tots els àmbit de la societat catalana (i més enllà: jo mateix no sóc català). Tenen empleats unionistes treballant per empresaris independentistes i viceversa, així com professors, alumnes, companys de feina, amics i familiars que no comparteixen una mateixa posició respecte al tema. I no passa absolutament res, cadascú amb la seva opinió, per molt que desagradi a la moncloa.
Compas que comentáis “Si a la República Catalana…”. No os podéis imaginar los que me satisface haber animado unos primeros comentarios en una tierra muy falta de debate social respecto al asunto. Dicho sea aún no estando de acuerdo con el tono iracundo y en cierto modo descalificador en uso. No pasa nada. Soy viejo militante, profesionalmente jubilado y tengo suficientes conchas protectoras (como cualquier otro ex preso político de la dictadura).
No solo se trata de pensar sino también de estar inmerso en la lucha social y nacional que se desarrolla en Catalunya –algo que intermitentemente hago…como corresponde a un jubileta consciente, que prefiere eso a tostarse al sol o irse al pueblo de vacaciones.
Creo que no medís los desplazamientos políticos de las fuerzas “centristas” catalanas –que han sido evidentes desde que la ANC presionó desde abajo- y el papel en estos años de la CUP partido muy denostado por los medios del sistema (ya recordáis las portadas que los tachaban de “terroristas”). Es probable que ese veneno mediático obture la interpretación de hechos y de derechos (como obturaron –salvando pequeñas distancias- a sectores significativos de la izquierda internacional ante luchas anticoloniales de los 50-60 de pasado siglo). Es probable que por eso tampoco se encare la mala historia del Gran Nacionalismo Español…y sus penosas consecuencias sobre la desmovilización de mentes y acciones (en todos los campos).
Insisto en que hay líneas de fractura en el régimen del 78 y que la fractura política que cuestiona las imposiciones constitucionales tiene en Catalunya una punta de lanza…como va a tenerla en Euzkadi y avanza en otras Comunidades Autónomas. Falta “lo social” pero no más que en el resto del País.
Pero creo que son las rupturas reales-y no en nuestras cabezas- del caduco estatu-quo, las que provocan situaciones en las que la lucha de clases busca su acomodo y saltos adelante…en tanto que las inercias ciegas y teledirigidas por el Poder o los “catecismos”, consolidan ese estatu-quo.
Lo que necesitamos-entiendo yo- es no dejar solo al pueblo catalán (compuesto por trabajadorxs asalariados en una inmensa mayoría y con voluntad de desconectarse de esta “¡Paña!” rancia -y capitalista también, como sabéis). Y para ello, frente al “españoleo” y sus mandamases incluída la policía constitucional, necesitamos una red de plataformas solidarias con el derecho de Catalunya a la Autodeterminación.
Del socialismo, podemos hablar otro día porque, que mejor ocasión perdida que la de 1936-1939…las mejores condiciones en Europa para avanzar la Revolución Social, condiciones perdidas a pesar del heroísmo del pueblo castellano, catalán, vasco, andaluz…en fin los pueblos ibéricos.
¿La TERCERA qué?. No habría tercera República Española porque con la independencia de Cataluña dejaría de existir España. Todo este proceso, que se inicia con la llegada de Pujol a la Generalitat, la burguesía catalana ha conseguido dividir y enfrentar a las clases sociales populares de Cataluña y el resto de España en torno al eje identitario, de hecho es durante la actual crisis económica cuando la extinta CiU quema las naves y deja a un lado el “peix al cove” y se lanza con ahínco a por la independencia de Cataluña. El proceso catalán obedece a principios supremacistas de la las élites burguesas catalanas, no hay nada solidario en él, más teniendo en cuenta el momento. En una cosa sí os doy la razón, la República Catalana supondría la catarsis de la Constitución de 1978, en cuanto de facto quedaría sin efecto, lo que venga después no me ilusiona en absoluto, porque en esta España nuestra somos más de enfrentar y dividir, hay un guerracivilismo latente y posturas encontradas sin que averigüe elementos de encuentro. Quizás la solución esté en qué cada cual proclama unilateralmente la República Independendiente de su Casa, porque yo no quiero formar parte del futuro pastiche de los conglomerados Ibéricos, y si el pueblo catalán tiene derecho a autodeterminarse, ¿quién no lo tiene?.
Gracias por la publicación, queridxs compañerxs. Solo añadiré a lo escrito que quienes quieren LA TERCERA, bien harían en apoyar fraternalmente el derecho a decidir de quienes queremos República Catalana, Eso será (debe ser) “solo el inicio de un combate prolongado por la emancipación social”.
Acacio los iento pero tu analisis de la situacion es demasiado llano y facil. Me estas diciendo que lso izquierdistas debemos rendirnos ante un nacionalismo como el catalan de origen puramente burgues e insolidario? El dia que te despiertes sera demasiado tarde. Tu analisis tan simplista y alejado de la perspectiva historica simplemente no es digno de ser tenido en cuenta por basarse en la simple huida de la realidad del PP actual y no en el origen y desarrollo de un movimiento de base etnicista e insolidaria. Lee mas y piensa menos.
Burgues e insolidario? A otro perro con ese hueso. El nacionalismo catalàn del que hablas, menguará una vez seamos libres y podamos ejercer nuestra soberanía legitima, sin ser insultados, amenazados y sometidos por España. Que hoy por hoy como el autor del articulo redacta. Es asfixiante.
Por ultimo, nos llamas etnicistas. Cuando irrefutablemente se ha demostrado y es sabido que Catalunya es tierra de acogida. En cualquier caso, que España, ¡si España! nos acuse de etnicismo es la rePPera.
En fin, te animo encarecidamente a que te quites de encima esos “prejuicios” y compruebes los resultados de las ultimas elecciones, que se han producido en Catalunya, ver su correlación de fuerzas y las compares con España.
Adeu EspaÑa.