La era de la desestabilización II: La guerra invisible de Yemen

Hospital bombardeado en Yemen

Hospital de Médicos sin Fronteras bombardeado en Yemen por la coalición de Arabia Saudí este mes de Agosto. MSF dejó claras las coordenadas del hospital compartidas en varias ocasiones con todas las partes en el conflicto, incluyendo la coalición liderada por Arabia Saudita, y su ubicación era bien conocida”.

Por Burgos Dijital

Países Suníes y Chíies

Países de la rama islámica Sunita y países de la rama Chiita

La coalición contra el terrorismo que realiza bombardeos sistemáticos en Yemen está integradada por la poderosa Arabia Saudí (al mando), Kuwait, Baréin, Catar y Emiratos Árabes Unidos (EUA), Omán, Egipto, Jordania, Sudán y Paquistán (el propio ministro de Exteriores pakistaní se enteró por la prensa de la entrada de su país en la coalición). Cuentan con el apoyo de EEUU, Reino Unido, Francia y la oposición Siria (denominada Coalición Nacional Siria) que lucha contra el Gobierno de Siria.

Dicha coalición musulmana multinacional, integrada por países de la confesión Sunita nace para contrarrestar la amenaza del Estado Islámico (del Daesh), aunque hasta ahora solo ha intervenido contra grupos Chiítas.  Curiosamente el Estado Islámico (según han descrito sus milicias) es, al igual que la coalición, de confesión Sunita.

Yemen ocupa una posición geográficamente estratégica en el estrecho de Bab el Mandeb, entre el mar Mediterráneo (a través del Canal de Suez por el Mar Rojo) y el Océano Índico, por donde transita la mayor  parte del petróleo del Golfo Pérsico. El mayor suministrador de armamento de Yemen son los Estados Unidos de América. Italia es otro de los países que ha realizado envíos de bombas de aviación a la Fuerza Aérea de Arabia Saudí a pesar de la ley italiana (185 de 1990) que establece la prohibición de exportar a países en guerra o en un estados de conflicto y los países en que se producen violaciones probadas de derechos humanos.

Las protestas de la Primavera Árabe en Yemen (la enésima) saltaron a todos los televisores como noticia parte de las primaveras árabes, ese tipo de movilizaciones que de parecer que traerían mejores tiempos a sus países han traído todo lo contrario. El 22 de noviembre de 2011 el presidente Ali Abdullah Saleh anunció su renuncia al cargo; el 21 de enero de 2012, el parlamento yemení aprobó su inmunidad y al día siguiente tomó un avión en dirección a Estados Unidos.

A pesar del escenario surgido de una movilización con aires revolucionarios, democráticos y de cambio, ese mismo 21 de febrero de 2012 se celebraron elecciones presidenciales y, cómo no, ganó el único candidato que se presentaba, Abd Rabbuh Mansur al-Hadi que pasó a ser el presidente interino del país con el respaldo de la Comunidad Internacional.

yemen mapSus primeras medidas fueron una reforma en el Ejército y una potente ofensiva contra la insurgencia supuestamente de Al-Qaeda en Yemen, cuando en realidad se trataba de atacar a la oposición Chii Hutí que aún apoyaba al anterior presidente. El nuevo presidente perdió el control de Saná lo que demostró que no pudo mantener las riendas del país. Tras alguna visita a Arabia Saudí, por su parte el 25 de marzo de 2015 dio luz verde a una operación militar en Yemen que consistió en bombardeos de diferentes zonas del país donde se hallaba la insurgencia, es decir, según medios oficiales la oposición Chiita Hutí (cuenta con el apoyo de Irán),  que controlaba la mayor parte del país, y por otro lado el  movimiento secesionista Hiraak al-Janoubi en el Sur.

La campaña de la coalición internacional lanzada el 21 de abril de 2015 y denominada oficialmente como Restauración de la Esperanza, en vez de restaurar algo, siguió destruyendo no sólo ciudades enteras, sino también la esperanza que se tenía de devolver a la gente el país. Es ahí cuando murió el espíritu de la primavera árabe, si es que realmente lo hubo.

Amnistía Internacional, presentó evidencias de 8 ataques aéreos que mataron a 141 civiles y dejaron heridos a 101. Ambas partes enfrentadas utilizan, como armas, cohetes de granizo, mortero y artillería, consideradas imprecisas y que no permiten discriminar objetivos en zonas altamente pobladas. Por ello, AI reclamó al Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Ya en junio de 2016 la ONU ha responsabilizado a Arabia Saudita y a sus aliados de la muerte de 510 niños y de haber herido a otros 667 menores en el último año, del asesinato y mutilación de niños, además de haber atacado colegios y hospitales”, explicó el secretario general de la ONU. Los representantes de Arabia Saudita en la ONU aún no han hecho comentarios al respecto. Desde marzo de 2015, Yemen es escenario de una ofensiva de la coalición saudí que ha dejado hasta el momento más de 32.000 víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles, según cifras divulgadas por la ONU. El silencio de Occidente ha convertido esta guerra civil en una guerra invisible y ya hay medios no occidentales que hablan de genocidio y balcanización del país.

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