Por Mariano González y Acacio Puig
Mni Wiconi (el agua es vida) es la frase que más aparece en los carteles que hay a lo largo del campamento instalado en la reserva india de la tribu Sioux Standing Rock en Dakota del Norte.
La defensa de la tierra y el agua ha puesto en pie de guerra a los Sioux de la tribu Standing Rock, que se oponen a que la corporación petrolera Energy Tranfer Partners construya el oleoducto Dakota Access, que atravesaría tierras que están bajo su jurisdicción, lo que supondrá una violación de los tratados firmados con el gobierno de los EE.UU.
El proyecto es que el oleoducto pueda transportar cerca de 500.000 barriles de petróleo crudo al día, obtenido mediante fractura hidráulica desde los yacimientos de Bakken en Dakota del Norte hasta Illinois, lo que supondría 1.770 kilómetros de oleoducto y una inversión de 3.800 millones de dólares, siendo el BBVA uno de los bancos que integran el consorcio que financia su construcción.
El recorrido del oleoducto destruiría a su paso, lugares sagrados para l@s Sioux, como el cementerio y además un tramo subterráneo cruzaría el río Missouri, que abastece de agua potable a 17 millones de personas, lo que pone en peligro sus vidas, sus cultivos y su ganado, ya que un derrame de petróleo lo contaminaría todo.
Finalmente y tras más de 6 meses de movilizaciones y luchas, la construcción del oleoducto se encuentra paralizada, pero la llegada de Trump a la Casa Blanca, no hace presagiar nada bueno, ya que su intención es proseguir con la construcción del oleoducto.
Internacionalistas: ¡Todxs somos SOIUX!
Por las informaciones publicadas durante la semana previa al sábado 25 de febrero, el siniestro Trump da finalmente vía libre a los oleoductos Dakota Access y Keystone XL.
Y como Donald –no el Pato sino el Presidente- es tan “campechano” como papá Borbón, añade que “¡a partir de ahora vamos a empezar a hacer oleoductos en USA!…¡28.000 estupendos empleos en la construcción¡”
Y fundamentalmente, añadimos, “estupendos beneficios” para sus colegas tejanos que se afanan en crear dineros –caiga lo que caiga- desde Energy Transfer Partners que está lista para hincar el diente en los territorios Dakota.
El nuevo atropello a la población indígena incide en cuatro frentes:
El ECOLÓGICO (¿nueva guerra del agua? y segura contaminación de tierras) el ECONOMICO (expropiación de tierras) el MEMORIALISTA (el oleoducto Dakota Access liquida cementerios sioux y lugares sagrados, por tanto lo que en Europa llamamos Lugares de Memoria) y el JURÍDICO (una vez más “el hombre blanco” incumple tratados firmados antaño con la población indígena).
Falta, claro, lo esencial: Poner en marcha la solidaridad internacionalista de ECOLOGISTAS, SINDICALISTAS, MEMORIALISTAS Y JURISTAS…Mientras tanto “la Bestia seguirá avanzando” si solo nos limitamos a comentar sus destrozos.