Por Rafael H Pagán-Santini
Juan Gabriel, hombre emblemático y controvertido, pone de luto a México, El divo de Juárez, aún después de muerto da de qué hablar. A menos de dos días de su muerte, el director del canal de televisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (TV UNAM), Nicolás Alvarado, publica en su artículo del periódico Milenio: “No me gusta Juanga (lo que le viene guango)”. El funcionario de la UNAM escribió lo siguiente: “Creo que a estas alturas no necesito acreditar el respeto que me inspiran ciertos productos de la televisión comercial ni mi afinidad por la cultura gay. Mi rechazo al trabajo de Juan Gabriel es, pues, clasista: me irritan sus lentejuelas, no por jotas sino por nacas, su histeria no por melodramática sino por elemental; su sintaxis, no por poco literaria sino por iletrada. Y sé que la pérdida es real y que es enteramente mía. Pero condicionado como estoy por mi circunstancia, no puedo dejar de reaccionar como reacciono”.
La muerte del cantautor hubiera pasado desapercibida sino fuera por los mismo que el funcionario señala sobre él; “Ello, sin embargo, no me lleva a la ceguera cultural ni a la insensibilidad sociológica: sé bien que soy uno de los poquísimos mexicanos que no asumen a Juan Gabriel como un ídolo. Y sé también que el valor icónico que lo hace tal, equiparable al de la Virgen de Guadalupe, pero también al de Octavio Paz (no por lo que hizo sino por lo que representa en el imaginario nacional), le otorga derecho a ser materia de análisis e incluso de homenaje en todos los espacios, incluso en uno administrado por la Universidad Nacional, institución que estudia todo lo digno de ser estudiado, lo que por fuerza incluye también los fenómenos de masas que marcan la cultura”
Al desprecio clasista y homofóbico del funcionario universitario, se sobrepone el racismo, algo que, si bien, se intenta erradicar en el país se encuentra a flor de piel de muchos mexicanos, sobre todo en la clase gobernante y económicamente pudiente. Su expresión, “no por jotas sino por nacas”, denota el sentir oculto del verdadero rechazo a todo lo que representa Juan Gabriel. El “naco” refiere a una persona considerada vulgar, burda, económicamente de clase baja y, por consiguiente, todo lo que es perteneciente o relativo a alguien naco. También, el “naco” refiere al indio, a la persona de origen indígena.
Alberto Aguilera Valadez, más conocido como Juan Gabriel, fue un cantautor, actor, compositor, intérprete, músico, productor discográfico y filántropo mexicano, conocido también con el apodo de «el divo de Juárez». Podría decirse que éste fascinante hombre-artista es el vivo ejemplo del “hombre emprendedor”. Nació en la pobreza, hijo de campesinos, quedó huérfano de padre a muy temprana edad. Sus primeros años los pasó de interno en la Escuela de Mejoramiento Social para Menores en Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua, México, donde permaneció ocho años. Durante su internado conoció a su mentor, Juan Contreras, quien le enseñó a tocar la guitarra. A sus 13 años compuso su primera canción, “La muerte del palomo”. En homenaje a este maestro y a su padre, Gabriel Aguilera, adoptó su nombre artístico, Juan Gabriel.
Juan Gabriel, figura emblemática y controvertida, su fama arrancaba tanto aplausos como comentarios y críticas de toda índole. El escritor Carlos Monsiváis señaló en obra Historias de pudor y liviandad el impacto de Juan Gabriel en la cultura mexicana. “Juan Gabriel mezcla la herencia de José Alfredo y el repertorio de conjuntos norteños como los Alegres de Terán, y produce en series polkas, redovas, rancheras. Las sinfonolas sobrevivientes se atestan, los mariachis enriquecen su repertorio, y los traileros sostienen su insomnio gracias a las capitulaciones y recapitulaciones que interpretan Lola Beltrán, Lucha Villa, Lupita D’Alessio, Rocío Dúrcal, La Prieta Linda, Beatriz Adriana”, escribió. En dicha obra Monsiváis comparó a Juan Gabriel con Salvador Novo, debido a los insultos homofóbicos que ambos padecieron (Juan Gabriel descifrado por Monsiváis). “A los dos, una sociedad los eligió para encumbrarlos a través del linchamiento verbal y la admiración. Las víctimas consagradas. Los marginados en el centro.”, http://www.jornada.unam.mx/2014/04/13/sem-adriana.html
Pésele a quién le pese, Juan Gabriel fue el artista más constante y famoso en los últimos 50 años en México. Es una de las figuras centrales de la música en español, posee más de 1,500 composiciones y el compositor que más canciones registradas tiene en la SACM (Sociedad de Autores y Compositores de México) y, el que más recursos económicos genera por concepto de regalías a dicha asociación.
El 28 de agosto del 2016, en Santa Mónica, California, Estados Unidos, muere de un infarto al miocardio. En esta ocasión regresará a la ciudad de México, al Palacio de Bellas Artes en calidad de uno de los hombres más célebres de México. “Dicen que lo que se ve no se pregunta mijo”.