Hasta el 31 de marzo se puede visitar en Espacio Tangente la exposición de Alicia Calle “Insumisas”. En horario de lunes a viernes de 18.30 a 21.30 h
Insumisas sostiene, a través del retrato, la memoria de mujeres que contribuyeron con su rebeldía a crear referentes alternativos para otras mujeres, y, por tanto, a deconstruir la identidad femenina impuesta.
“Hay mujeres que en su trayectoria recorren caminos inexplorados, muchas veces prohibidos…que aplastan miedos con coraje, que se desnudan de creencias para apostar por la libertad… Esta muestra rastrea las miradas de algunas de ellas. Es por tanto un homenaje a tantas, cuya experiencia podemos abrazar, para nutrir así la nuestra…” Alicia Calle
El retrato es la fórmula que emplea el arte para sujetar, a través de imágenes, la identidad individual y la memoria de la persona representada. No es esta finalidad, sino sobre todo su función, casi siempre asociada al ejercicio del poder, lo que ayuda a comprender por qué, a lo largo de la historia del arte, han sido abrumadoramente mayoritarios los retratos masculinos, obras por esencia dirigidas a la captación de una identidad individualizada, concreta y única. Al mismo tiempo, las mujeres han sido representadas con mayor frecuencia en otro tipo de géneros artísticos y, de forma recurrente, en función de una identidad relacional, subordinada a la representación de los roles de género vigentes, o, directamente indiferenciada.
El conjunto de retratos que componen esta exposición constituye en primer lugar, una reflexión plástica, en clave crítica, sobre las anteriores cuestiones. No solo porque reúne una galería de rostros de mujeres con nombre, apellidos y una biografía concreta. En estas obras, la función representativa del retrato se orienta a sostener la memoria de mujeres que contribuyeron con su rebeldía a crear referentes alternativos para otras mujeres, y, por tanto, también a deconstruir la identidad femenina establecida como culturalmente válida. Se opta, en definitiva, por una perspectiva basada en el rol público y social del arte, entendiendo a este como una herramienta de creación, interpretación y transformación.
Para ello la autora marca un criterio y elige un método, ambos situados en el proceso de exhumación y visibilización de las genealogías feministas, emprendido e impulsado por el movimiento feminista en las últimas décadas. Este marco teórico defiende la importancia de la recuperación de la historia y el presente de las mujeres como sujetos y agentes del devenir histórico, además de cómo artífices de su proceso de liberación. El objetivo de todo ello es poder incorporar a estas mujeres como referentes visibles en la construcción de las identidades contemporáneas y futuras.
En Insumisas cada nombre, cada periplo vital, cada testimonio de insurgencia o de inconformismo, se convierten en los hilos de luz y sombra con los que se teje un rostro, los rasgos que proporcionan una identidad propia a ese nombre, y subrayan su carácter irrepetible e insustituible en un proceso centenario. En todos ellos, la intensidad de la mirada y el gesto se convierten en protagonistas absolutos de la imagen, que se llena y rebosa de los significados vitales documentados por Alicia Calle en sus investigaciones biográficas sobre cada mujer retratada.
Cada retrato se convierte de este modo en una ventana, desde la que se nos invita a seguir la dirección de las miradas abiertas de sus habitantes, a indagar en sus recorridos y vislumbrar sus horizontes. Incluso nos permiten identificar las borrosas huellas de unos pasos que, aunque en muchos casos fueron borradas∫, ninguneadas o suplantadas, todavía pueden ser percibidas, por lo que pueden ser recuperadas, representadas y, en consecuencia, miradas y reconocidas en el espejo del tiempo.