Por Burgos Dijital
La Policía Local ya puede sancionar a los usuarios de bicicletas y patinetes que circulen por las aceras y zonas peatonales, todavía se desconoce la cuantía de las sanciones. Se ha decretado la “caza” del usuario de la bici y patinete, con un dispositivo continuado de policías locales en la zonas del centro más conflictivas.
La Ordenanza de Movilidad que ya está en vigor ha sacado por tercer domingo consecutivo a los usuarios de bicicletas a la Plaza Mayor de Burgos, frente al ayuntamiento, para mostrar su malestar que obliga a éstos a rodar por los carriles bici y donde no haya, por la carretera junto a los vehículos motorizados.
Algunas impresiones durante la concentración, “se criminaliza a un medio de transporte ecológico y no contaminante, obligándoles a jugarse la vida al lado de los coches.”“Muchos dejarán de ir en bicicleta” “los niños sí podrán ir por la acera acompañados de sus padres andando y si van en bici , tienen que hacerlo por la calzada”. “Es posible que aumenten los accidentes, más ciclistas atropellados”. “Si me multan ya recurriré, no pienso dejar de ir en bicicleta al trabajo”.”Por la acera con respeto y civismo cabemos todos”.
Las concentraciones en la Plaza Mayor continuarán domingo a domingo hasta que se modifique la Ordenanza.
De esta manera ha comenzado el ayuntamiento socialista a hacer cariños a un colectivo que utiliza a diario un medio que debería fomentarse.
Para muchos será menos peligroso ir a por el pan en coche que en bici.
ODISEA URBANA
Auguraba yo, inocente de mí, una ciudad como las del Norte de Europa donde las bicis y peatones conviven en armonía… pero los sueños, sueños son.
Así que vino el Plan de movilidad urbana de Burgos, hete aquí que entre la lacra más lacerante de la ciudad era la bicicle, en fin… la cosa quedó en los siguientes términos: bicicletas por carril bici o a la carretera.
Sería genial tener una red tupida de carril bici, pero no es el caso, tenemos un carril continuado por la orilla sur del río y en el resto segmentos inconexos que empiezan donde les parece y acaban bruscamente en ningún lugar.
Yo que seguramente debido a mi edad soy amante de cumplir las normas por estúpidas que estas sean me lance a la calzada con mi bicicleta.
Salí de casa y avancé por el centro de un carril, los conductores de coches se impacientaban y me esquivaban como podían, llegué a la rotonda y la enfile lo mejor que supe, ¿Qué paso? No prueben, es peligroso, me sentí como una mariposa en medio de un rebaño de cabras.
Llegué a las calles “de tráfico restringido” por la calle concordia, paradojas de la vida, un señor levantó el dedo al cielo y gritó: ¿no conoce la normativa? a la carretera, cojones. Sin comentarios.
Seguí. Burgos es llano, en el centro solo hay una calle en cuesta, justo elegida para las bicis, apreté los dientes, llegué a una zona de piedras, de esas preciosas para las ciudades medievales e imposibles para los tacones de aguja y las bicis, pasé andando y desemboqué en el arco de San Martín. Cuando vi el tráfico de la calle de los cubos tiré la toalla y me volví a casa a desterrar la bici en el trastero.
La revolución de las mariposas ha muerto.