Concentración ante la Junta de Castilla y León, este miércoles 24 de Abril, en la Glorieta de Bilbao nº3, a las 13.15 horas.
La financiación, por parte de la Junta de Castilla y León, de las universidades públicas es muy inferior a las comunidades más próximas (la Junta destina 6206€/alumno/año, mientras que Cantabria destina 8303€ y La Rioja 9214€).
En particular, la Universidad de Burgos es la peor financiada de toda la comunidad: la Junta de Castilla y León financia cada alumno nuestro con 5862€/alumno/año, esto es 344 €/alumno/año menos que la media de las universidades públicas de Castilla y León. Así, un alumno de León es financiado con 191€ más, uno de Valladolid con 633€ más y uno de Salamanca 247€ más. Si el número de matriculados en la UBU ha sido de 6624 alumnos, nos debieran corresponder anualmente, al menos, 2.278.656 € más (6624 alumnos * 344€/alumno).
Esta misma financiación de la Junta lleva a que los gastos por cada empleado (PAS o PDI) en la Universidad de Burgos sean los menores de toda Castilla y León, y de los peores de toda España, siendo, por ejemplo, 5847 euros/empleado/año menos que en León y 5781 € menos que la media nacional. Esto claramente discrimina a todos los trabajadores de la Universidad de Burgos.
La crisis y los recortes en las universidades públicas españolas han contribuido a empeorar la situación de todo el PDI. En la Universidad de Burgos, de los cerca de 900 docentes, tan sólo poco más de una tercera parte son funcionarios, 100 tienen un contrato laboral fijo y el resto tiene un contrato temporal, siendo la mayor parte profesores asociados.
Problemas acuciantes de la Universidad pública
No se retribuye al PDI laboral con contrato fijo o indefinido los méritos docentes y de investigación que tienen reconocidos tras una evaluación positiva, a diferencia de lo que ocurre en el resto de comunidades autónomas con este tipo de profesorado, y con el PDI funcionario de toda España.
La perversión de la figura del profesorado asociado como mano de obra barata en las Universidades Públicas es producto de los recortes y de una política centrada en la reducción del gasto y no en la mejora de la calidad universitaria. Llevando a situaciones en que un docente tiene como salario único una cantidad muy inferior al salario mínimo interprofesional.
Coincidiendo con la proximidad de las convocatorias electorales, la Junta se ha olvidado de todos sus compromisos con las universidades públicas de Castilla y León, incluyendo un plan para el rejuvenecimiento de las plantillas, que iba a permitir dotar de nuevos Ayudantes Doctores.
A causa de todos estos recortes los alumnos de la UBU, reciben una educación en unas condiciones en desventaja respecto a otras universidades nacionales y de nuestra propia comunidad.