Burgos 10 de Diciembre de 2017. 13.30 horas. En la plaza del Cid. Concentración convocada por la Red Alternativa de Grupos y Amnistía Internacional.
El 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos. Un día grande para las personas que queremos cambiar el mundo, insistiendo rotundamente en que los derechos humanos están para ser cumplidos. Hoy no es sólo un día de celebración, es un día en el que debemos continuar luchando por todas esas personas que sufren violaciones de derechos humanos en todos los rincones del planeta.
Ahora mismo, miles de activistas por los derechos humanos salen a la calle para dar a conocer la historia de mujeres, hombres, niños y niñas que han sido encarceladas, detenidas y desaparecidas injustamente. Aquí, ahora, queremos contaros tres historias reales, y que son solo tres ejemplos entre miles de situaciones similares en las que se violan los derechos más elementales de las personas:
Sakris Kupila
Sakris Kupila, estudiante de medicina finlandés de 21 años, nunca se ha identificado como mujer. Sin embargo, debe soportar a diario un trato discriminatorio porque sus documentos de identidad dicen que es mujer, género que le fue asignado al nacer. En Finlandia, para obtener la reasignación legal de género es necesario tener un “trastorno mental” diagnosticado y someterse a esterilización. Sakris se opone a ese trato humillante y, a pesar de que su activismo a favor de los derechos de las personas transgénero le han supuesto amenazas y una manifiesta hostilidad, continúa reclamando que se reforme la legislación.
Movimiento indígena MILPAH
Para el pueblo indígena lenca de Honduras, la tierra es su vida, pero grandes intereses hidroeléctricos, mineros y de otra índole pretenden explotar ese territorio. El Movimiento Indígena Lenca Independiente de La Paz (MILPAH) encabeza la lucha contra ellos. Sus miembros se enfrentan a campañas de difamación, amenazas de muerte y agresiones físicas para proteger su entorno y, sin embargo, sus agresores rara vez comparecen ante la justicia.
Turquía
En estos momentos, 11 personas que han dedicado su vida a defender los derechos humanos de periodistas, activistas y otras voces disidentes en Turquía están ellas mismas en situación de peligro. Entre ellos se encuentran la directora de Amnistía Internacional Turquía, İdil Eser, y su presidente, Taner Kılıç, que lleva cinco meses en prisión. Todos están siendo juzgados por delitos relacionados con “terrorismo”, un cargo absurdo, y pueden recibir condenas de hasta 15 años de prisión.
Aquí, ahora, no podemos mostrarnos impasibles ante estas historias. Es el momento de que hagamos algo más. Una pequeña acción, una simple firma de apoyo, tiene mucho más poder de lo que piensas:
- El poder de presionar a los gobiernos.
- El poder de demostrar que no dejamos en el olvido a las víctimas de injusticia.
- El poder de mejorar sus vidas.
Queremos también tener un recuerdo muy especial para quienes buscan refugio, personas que han tenido que abandonar sus hogares como única manera de conservar sus vidas. Y queremos también recordar a los gobiernos que deben cumplir sus obligaciones, recogidas en los tratados sobre derechos humanos y la legislación internacional humanitaria. Muchas de estas personas son víctimas de los bombardeos que la población civil sufre a diario en Siria, y que debe cesar.
Millones de personas en todo el mundo dedican su tiempo y energía a defender los derechos de otras personas. Aquí, hoy, en Burgos, la Red Alternativa de Grupos y Amnistía Internacional, queremos pediros que os unáis a estos movimientos de personas que actúan por personas, prestando su voz a quienes apenas pueden hacerse oír.