Pareciera que los dioses se han confabulado con el sino de la nieve para cubrir de luz la tiniebla, la alegría de la Navidad, la visita de los Reyes. En tanto que la botarga de otro rey decadente y vicioso se presigna con la adulación del vástago impostado, la nieve hace de las suyas. Cubre a estúpidos viajeros que osan ir por los regalos a sus casas con sus abuelos, padres, hijos, nietos…Han desoído el reclamo de la autoridad y osan circular por las vías nevadas, cometer un delito: viajar.
Claman en el atasco que ellos mismos han querido según del director de la DGT, mientras la noche se cierne sobre ellos, impasible y tenebrosa. Les mandan a la mierda desde los teléfonos de la responsabilidad cuando reclaman socorro. Padecen su libertad y anudan su desdicha a su derecho de estar caprichosamente entre el frío durante horas y horas. En tanto la desesperación se sucede entre el desasosiego, la falta de información, el abandono y la incertidumbre, el gerifalte de la DGT vive el fútbol, el Presidente su estafermo y el ministro responsable su mutis por el foro para luego pasarle el muerto al responsable de la autopista. Son delincuentes habituales de la trampa, la filigrana demagógica y la metáfora del cinismo más repugnante.
Después de la debacle, los dioses abandonan la ampura y dejan al descubierto la estela de la farsa, de la mentira, de la inutilidad, de la calamitosa personalidad de los vividores del gobierno de Rajoy. También el sufrimiento de miles de familias. Entre estos nefastos políticos con suculentas nóminas y mordidas, se pasan la pelota de mierda que fabrican a diario para lanzársela al viajero. Sí, al responsable de todo el follón que monta la nieve o el calor de este verano pasado como decía la delegada de Castilla y León: “¿También tenemos la culpa del calor de este verano?” Sí, querido lector, tú y yo somos los artífices de este invento que los dioses nos han traído en forma de traidores copos que nos han hecho sufrir la desesperación y del ardiente calor que asura nuestro entendimiento.
No va a dimitir ni Dios. Su mediocridad y bajeza está por encima de los consumidores culpables de tal desgracia. Su soberbia esta fundida con el latrocinio que llevan a cabo desde que entraron al saqueo de las contribuciones del pueblo, las cuales utilizan para sus fastos y provechos, no para un puto quitanieves. Así se entretienen mientras el caos se apodera de la AP-6.
Esta vergüenza, se da un año tras otro, mientras la inválida oposición sestea la venganza que nunca llega y que contra ellos se vuelve. País oscuro éste al que la nieve delata su dimensión infame, y cómo se instalan corruptos e idiotas en los ministerios, o se erigen en hombres del tiempo.
Oh, Teseo: ¿dónde estás que no nos liberas de las hazañas que llevan a cabo estos ínclitos y sesudos héroes de la ibérica taura ?
Tal vez el Voynich de Siloé tiene la respuesta entre su enigmática caligrafía.