Los vecinos de las Llanas
Los vecinos de las Llanas manifiestan su desacuerdo frontal con la nueva edificación del Museo Cidiano tal y como se ha proyectado, especialmente con la elevación de un piso sobre el existente mirador a la catedral.
Esto provocará la eliminación de un espacio público consolidado y muy concurrido, no sólo por vecinos, sino también por visitantes, peregrinos y turistas; un espacio público que permite disfrutar de unas excelentes vistas a la catedral desde una perspectiva muy poco habitual en cualquier otro templo gótico.
Eliminar ese espacio le quitará a la catedral de Burgos, Patrimonio de la Humanidad, una especificidad muy valiosa, la oportunidad para un momento de contemplación, una parada inesperada y sobrecogedora en pleno Camino de Santiago.
A los vecinos también les alarma, que junto a la elevación de este piso, se vaya a excavar otro piso inferior, por el peligro que supone para las edificaciones colindantes, de más de doscientos años y sustentadas en simples muros de piedra sobre la tierra, sin cimentación alguna.
Lo ocurrido en la Flora cuando se hizo aparcamiento todavía está en todas las memorias. En el diseño del proyecto también llama poderosamente la atención que la entrada al edificio esté diseñada por el estrecho patio y no por la fachada principal, como sería lo lógico. En dicho patio las ventanas de los vecinos están prácticamente a la altura de los transeúntes.
El proyecto de las Llanas también preocupa a los vecinos, en especial la poca planificación que se hace del tratamiento de las basuras, un problema de gran envergadura en esta zona.
Las Llanas se han convertido en un centro de recepción de basuras de todos los establecimientos de la zona y los camiones pasan mucho tiempo recogiendo vidrio y aplastando cartones, con el ruido y molestias que supone. A pesar de ser pocos vecinos y bares, albergan más contenedores que las calles colindantes que cuentan con más establecimientos hosteleros. Los locales de restauración depositan los vidrios y cartones a cualquier hora. Los vecinos piden que se trasladen los contenedores de vidrio y cartón a la zona más despejada de los portales.
A nivel estético, el proyecto presenta dos características que perjudican la imagen diáfana actual: las farolas, cuya implantación y diseño son una aberración visual y podrían ser sustituidas por otras en una ubicación diferente, y el muro de cincuenta centímetros que se construye para elevar la primera zona de la plaza junto a la catedral, actualmente accesible sin ningún tipo de obstáculos.
Para dar a conocer estas reivindicaciones y el contenido del proyecto del nuevo Museo Cidiano a burgaleses y turistas, los vecinos de las Llanas y la Asociación Casco Histórico Alto colocarán el domingo 9 de abril a partir de las 12:00 unas mesas informativas en el actual mirador del asador de Aranda.