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Ante la inminente revisión de la Ordenanza de Circulación, Movilidad y Transporte que ha de regir la movilidad urbana y PMUS, marcan la agenda desde el ayuntamiento.
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ECOLOGISTAS EN ACCIÓN, ANDANDO BURGOS Y BURGOS CON BICI nos proponen un variado elenco de medidas para reducir el uso y ocupación que hace el coche. Firma del Manifiesto AQUÍ
En nuestra ciudad nos encontramos ante la inminente revisión de la Ordenanza de Circulación, Movilidad y Transporte que ha de regir la movilidad urbana, y que fijará los comportamientos ciudadanos dando preferencia a aquellos que desde los puntos de vista ambiental y social sean mejores para Burgos. Por otro lado, se ha comenzado a elaborar un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que ha de orientar las políticas y acciones que marquen el futuro de nuestra ciudad en este campo.
Desde el punto de vista ambiental, la cultura de la motorización implica graves consecuencias para el medio ambiente y la salud de las personas debido a la contaminación del aire –responsable de 30.000 muertes prematuras en España según la Agencia Europea de Medio Ambiente–; accidentes –con una tendencia en aumento de los atropellos de peatones y ciclistas–; y la congestión, ruidos y ocupación desproporcionada del espacio público –aproximadamente el 70% de nuestras calles y avenidas está ocupado por automóviles en circulación o estacionados–. Por otro lado, la movilidad urbana por vehículos a motor es responsable del 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero a la atmósfera, de las cuales el coche es responsable de tres cuartas partes.
Desde el punto de vista social, sólo tenemos que abrir los ojos para observar el sesgo –de edad, de género, de renta– que tiene nuestro actual modelo de movilidad con un alto porcentaje de desplazamientos en coche particular. Es un modelo que no es seguro ni accesible y no es casual que, año tras año, la violencia vial se cebe en los sectores de población más vulnerables.
Es necesario y posible trabajar en otro modelo de movilidad urbana y en Burgos, aunque de forma tímida, ya se han dado pasos en esa dirección. Parece que era ayer cuando los camiones atravesaban nuestras principales avenidas, los coches aparcados tomaban la Plaza del Cordón o la de Santa María y los coches circulaban, legalmente, por la calle de la Paloma o impunemente a más de 100 Km/h por algunas calles de nuestra ciudad. Hoy dichos comportamientos nos parecen inconcebibles y no deseados, pero nos deben hacer meditar sobre la importancia de las decisiones políticas en la dirección adecuada y el aplauso unánime que, pasado el tiempo, provocan en la ciudadanía.
Las organizaciones firmantes hacemos un llamamiento a responsables políticos y técnicos para que aprovechen este momento para establecer medidas que promuevan la pacificación del tráfico, que reduzca la siniestralidad vial y reparta de forma equitativa el espacio público; reduciendo el uso y ocupación que hace el coche. Para ello pedimos que se acuerden restricciones generalizadas de la velocidad; se limite el espacio reservado al estacionamiento en superficie; se mejore las líneas de autobuses y sus horarios, así como la accesibilidad universal en sus paradas y se implanten las medidas o técnicas necesarias para priorizar el transporte colectivo –p. ej. carriles reservados y prioridad semafórica para el autobús urbano en determinados lugares o trayectos–. También que se impulsen políticas a favor del uso de la bicicleta y de la calzada por los ciclistas en condiciones de seguridad –ciclocalles y ciclocarriles, espacios compartidos con peatones con preferencia para estos últimos, etc.– Las aceras se deben preservar para los peatones garantizando su uso no circulatorio, estando atentos a conductas inadecuadas que perviertan dicho uso y, vigilando la ocupación desmedida de la
acera para otros usos – publicitarios, comerciales, hosteleros, etc.– Así mismo apostamos por el aumento de las zonas peatonalizadas con objeto de socialización y encuentro. Todas estas líneas de acción deben ser las bases sobre las que nuestra ciudad avance hacia un futuro, en materia de movilidad, más amable, más limpio y más justo.
Por último, invitamos a la sociedad burgalesa, a las organizaciones sociales y a las instituciones públicas a sumarse a este manifiesto y a la creación de un cambio positivo de la movilidad en la ciudad.
En Burgos a 22 de febrero de 2017