Los procesos judiciales y la condena del expresidente Lula

© REUTERS/ Paulo Whitaker

Por Corriente Socialista de los Trabajadores – Tendencia fundadora del PSOL

1- El STF negó a Habeas Corpus al ex presidente Lula el día 5 de abril. Posteriormente el juez Sergio Moro decretó la detención del ex presidente Lula y determinó que se presente hasta el final de la tarde del viernes en Curitiba. A diferencia de lo que dice el PT, PCdoB y los Lulistas no estamos en un “estado de excepción”, “golpe de la derecha” u ofensiva fascista.

Lula fue condenado por corrupción, dentro de las instituciones de la democracia burguesa que tanto defendió. Perdió la votación en el STF cuya composición es de mayoría de ministros puestos por sus gobiernos “democráticos y populares”.

2- En los últimos años, en las palabras del propio Lula, el PT llegó a un “punto muerto”. Y eso ocurrió al gobernar con los mismos esquemas corruptos de Sarney, FHC, Collor y PSDB, al servicio de los banqueros, industriales y el agronegocio.

Al aliarse estratégicamente al PMDB, PR, PP, oligarquías como la de Renán y otras siglas de la derecha conservadora, el PT se atascó en el pantano de la corrupción. En el congreso nacional apostó en el mostrador de negocios de los picaretas, gestando el mensualón (escándalo de corrupción por el pago mensual en negro a diputados) para aprobar medidas contra los trabajadores, como por ejemplo de la reforma de la previsión.

Por medio de la “gobernabilidad fisiológica”, favoreció a contratistas y amplió esquemas ilícitos que ya existían desde la dictadura militar y los gobiernos Collor y FHC, lo que es evidente en Petrobras. En las elecciones se embarcó en la financiación empresarial de campañas electorales, la mayoría millonarias. Así, el PT cambió de lado y varios de sus dirigentes se enriquecieron a través de la corrupción, lo que antes sólo ocurría con la vieja derecha (en los años 1990 el PT se decía el partido de la “ética en la política”). Recientemente varios dirigentes del PT fueron juzgados y condenados, por dirigir esquemas de corrupción.

La quiebra del PT es tal, que Lula defendió a Temer y éste le retribuyó el gesto defendiendo a Lula, en una mutua protección contra las denuncias de corrupción que afectan a ambos. Lula defendió además a Delfín Neto (ex ministro de la dictadura) y Sergio Cabral (ex gobernador de Río con quien el PT gobernó). Por eso entendemos como un error que sectores de la izquierda, como el PSOL y el MTST que, con el pretexto de “defender la democracia”, participen en actos políticos-electorales en defensa de Lula. Actos que nosotros ni convocamos ni compareceremos.

3- Combatimos el carácter selectivo de la operación Lava Jato y del juez Sergio Moro, pues Michel Temer sigue gobernando el país, Aécio, Juca y los amigos del presidente continúan libres, y sus ministros mafiosos impunes. Selectividad que alivia al grupo de Maluf, Gerdau, Picciani, etc.

Repudiamos que el STF quiera derogar las sentencias de prisiones en segunda instancia, para liberar a los políticos y empresarios corruptos, camuflando esa estrategia utilizando la dramática situación de los jóvenes negros y pobres que están encerrados en las mazmorras brasileñas. Estamos en contra de que empresas y empresarios mafiosos se beneficien con una lentitud en determinar las penas y acuerdos que disminuyen sus condenas.

4 – Denunciamos la hipocresía de Bolsonaro, del MBL, del Vem Pra Rúa, del general del ejército, de Dória y del diario “Estadão” . Este sector patronal no tiene moral para hablar nada, ya que la raíz de la corrupción son los negocios capitalistas que ellos defienden. Apoyan al gobierno corrupto de Temer, blindan la corrupción del PSDB, defienden las mafias como la de Aécio Neves. Repudiamos que los militares hablen de “defensa de la constitución” e “impunidad”, cuando después del golpe de estado de 1964 y la dictadura ninguno de los militares corruptos o torturadores fueron responsabilizados por sus crímenes, garantizando su impunidad con la ley de la amnistía.

5- Sólo habrá justicia con el castigo de todos los corruptos, políticos y empresarios, sean ellos del PMDB, PSDB, DEM, PP o PT. Esto no ocurrirá con los actuales gobernantes, parlamentarios o jueces. Sólo ocurrirá si millones vuelven a las calles, como en junio de 2013 o en la huelga general de 2017, exigiendo prisión y confiscación de bienes de los políticos y empresarios corruptos, la estatización de las empresas involucradas en esquemas mafiosos. Si existe movilización efectiva por el Fuera Temer y todos los corruptos.

Una lucha que debe combinarse con la movilización por mejores salarios, condiciones de trabajo, educación, salud, el apoyo a las huelgas, a las campañas salariales. Necesitamos retomar la lucha unificada en las calles por Marielli y Anderson, para exigir investigación profunda, juicio y condena de los asesinos. Entendemos que ese debería ser el papel de los partidos de izquierda, como el PSOL, de los sindicatos y centrales sindicales, del movimiento estudiantil y popular.

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