Def con Dos o la guerra sucia contra la verdad

 Por Eduardo Nabal

A MI NO ME MIRES, YO NO LOS VOTE.

Una de las muchas estrategias para que el pueblo español no se fije en que no estamos saliendo, ni de lejos, de ninguna “crisis” sino descendiendo por ella es atemorizar a ese mismo pueblo, que mal que nos pese, parece ser que, al menos, en un considerable tanto por cierto, ha elegido a sus verdugos.

Y eso se puede conseguir inventando malos y malas aunque éstos ya resulten poco hasta o nada creíbles. Pero eso no significa que tengamos que callarnos, a pesar de que sus mordazas en (reales y simbólicas) crecen en todos los ámbitos, y los ejemplos se multipliquen.

Al que sí parece que amordazan y condenan (a priori) por hablar es al cantante de Def con dos. La sentencia judicial de un año de cárcel habla de “enaltecimiento del terrorismo”, algo que en los tiempos en los que tenemos que oír los discursos racistas de Trump, las explicaciones de Cospedal para no reducir el gasto militar inventando amenazas ficticias, incluso algunas sentencias lapidarias de los jerarcas de la Iglesia Católica por estos lares (por no hablar de las apologías de la violencia sexista) parece algo “naif”.

No me gusta lo que han dicho los “Def con dos”, me parece que hay otras formas más elegantes, sanas e inteligentes de llamar la atención del público pero sin entrar en el y tú más o peor o en el concepto de “terror” en un momento en el que la población a lo que tiene miedo realmente, es, sobre todo, a las facturas de la luz, a la subida del IVA, a los recortes de platilla o a no poder estudiar, comer o que otros estudien ,trabajen o coman no creo que las palabras del cantante de Def con Dos vayan más allá de la chulería o la “boutade” de mal gusto .

Hasta la nieta de Carrero Blanco ha salido a defender a una tuitera poco original por hacer chistes nada nuevos sobre la muerte de su sanguinario abuelo, una tuitera para la que estos neoliberales fascistoides, canallas organizados ya se disponen a pedir prisión. Sí, es verdad que “hay palabras que hieren” pero en eso ya entraríamos también en consideraciones sobre los recientes insultos a la memoria histórica empezando por el “quieren ganar la guerra 80 años después”, por poner un ejemplo. Sin seguir por este camino la cuestión no es para nada ésta.

El asunto es que no quieren que nos fijemos en que los verdaderos problemas de este país, y de otros muchos, no son ya ningún grupúsculo armado en la sombra. Ellos no son anti-sistema, ellos van contra su pueblo, nuestra sanidad, nuestras vidas, precarizan nuestras libertades, ningunean los derechos conquistados o las apologías de la dictadura y en cambio se permiten hablar de “terrorismo”, cuando la única amenaza para nuestra libertad y seguridad son ellos desde sus escaños gubernamentales.

Sus patéticos intentos de criminalizar lo que queda de movilización social o protesta en las calles, de secuestrar o encarecer lo público en el ámbito de la cultura o la contracultura, de censurar lo que no les gusta oír o de que el acceso a la información verídica sea cada vez más espinoso empieza a ser preocupante y digno de una respuesta.

Si las palabras de un cantante (al que personalmente nunca he seguido ni me interesa hacerlo ) son el centro de atención en un país donde aumenta el frío en las relaciones sociales, la pobreza, la censura y también el gasto militar mientras se cierran escuelas, comedores y hospitales, apaga y vámonos.

Va a empezar a hacer falta volver a componer canciones protesta o villancicos en la mejor tradición de la sátira y la picaresca para que dejen de señalarnos falsos enemigos y peligros inexistente para que no sigamos mirando de frente a quienes nos gobiernan ni inquietándonos porque no estamos saliendo sino entrando en lo más crudo del crudo el invierno.

Ese invierno para el que nos va a hacer falta mucha música y fuerzas para salir adelante frente al neofascismo que recorre Europa y parte del mundo occidental. Más vale que inventen enemigos, aunque sea virtuales, no vaya a ser que los que han elegido a esta banda criminal y corrupta que nos gobierna despierten y no vuelvan a hacerlo y brille un halo de esperanza.

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