Por Eduardo Nabal
Activista LGTBI
50 MUERTOS EN UN ATENTADO HOMÓFOBO CONTRA UNA DISCOTECA GAY EN ORLANDO-FLORIDA (EEUU)
Un hombre armado provocó la muerte de cincuenta personas en una discoteca gay de Orlando, en Florida del Norte. Es el más descomunal crimen de odio contra el colectivo LGTB en mucho tiempo en EEUU, donde las leyes de Obama no parecen haber puesto fin a la homofobia, el racismo ni la violencia social. La venta de armas y los discursos de odio patrocinados por la derecha religiosa son algunos de los ingredientes de esta matanza. EEUU no ha modificado su primitiva legislación sobre la libre tenencia de armas de fuego ni es capaz de hacer políticas sociales serias destinadas a las todavía llamadas “minorías sexuales”. Las leyes sobre el matrimonio no lo son todo.
La violencia armada y las ofensas estructurales han hecho de EEUU un país cada vez más inseguro pero además esta masacre pone de relieve algo que está pasando en todo el mundo. El rebrote del integrismo manejado por la ultraderecha y los discursos del odio a nivel mundial tratando de eludir que la responsabilidad está en una sociedad donde los bancos y las fábricas de armas tienen mas poder que cualquier gobierno.
El hecho de que el asaltante fuera o no musulmán puede ser manipulado de mil formas cuando la derecha religiosa ultracristiana estaba pidiendo el derecho a matar gente LGTB de forma legal hasta hace bien poco. El problema es quien facilita las armas. Los discursos del odio los fomentan todas las religiones y no basta con hablar del “Heteropatriarcado” sin combatirlo. Es una lástima que las fuerzas progresistas, de nuevo, como en Rusia, se pronuncien lo justo.