Sociedades del pensamiento: el Consejo de Relaciones Exteriores

Por Carles Giménez

Richard N. Gardner, ex asistente del secretario de Estado, escribió en abril de 1974, en la revista Foreign Affairs, que,

«en breve, “la Casa del Orden Mundial” tendrá que construirse de abajo a arriba y no al revés … una erosión paulatina de la soberanía nacional dará muchos más frutos que el típico asalto a la antigua».

Henry Kissinger, en un discurso pronunciado en la reunión del Club Bilderberg de Evian, Francia, el 21 de mayo de 1992, fue grabado por uno de los delegados suizos :

«Los estadounidenses de hoy se indignarían si tropas de la ONU entraran en Los Ángeles para restaurar el orden, ¡pero qué duda cabe que al día siguiente esas mismas personas nos lo agradecerían!, y más aún si se les dijese que hay una amenaza externa en algún lugar, real o inventada, que pone en peligro la existencia de todos. La gente suplicaría entonces la intervención de los líderes mundiales para librarlos de tal amenaza. Todo ser humano teme a lo desconocido. Si les presentamos ese escenario, estarán más que dispuestos a cedemos sus derechos individuales para que un Gobierno Mundial les garantice el bienestar.»

Fiel reflejo de la sociedad de su tiempo, sociedades del pensamiento como el antiguo Consejo de Relaciones Exteriores (Council of Foreign Relations) se han caracterizado por su secretismo, machismo, antropocentrismo y sectarismo, todo ello para manipular la vida de millones de personas de acuerdo a los intereses de sus donantes. Durante décadas han asesorado al Estado Federal de EEUU pero sin embargo ha sido financiado por donaciones privadas que proceden de oscuros intereses corporativos y siempre se ha marginado de su selecto club a los pensadores aislacionistas o protectores de sus respectivos países.

En la época de la guerra fría el Consejo deja de ser un asesor para convertirse fruto del miedo a la sovietización, en un agente activo el aparato del Estado Federal, sobre todo el Estado secreto: Estado Mayor Interarmas, permanente en tiempos de paz, la CIA y el Consejo Nacional de Seguridad. Sin embargo una vez en esas instituciones el Consejo pone más énfasis en evitar el retorno al aislacionismo económico de cualquiera de sus élites que en otros asuntos por lo que podemos decir que el “camino global” o más bien la “pesadilla global” del Nuevo Orden Mundial comienza ahí.

En la actualidad Más de 200 multinacionales financian el club en más de siete millones de dólares anuales, cuenta con 4. 200 miembros y emplea a 50 investigadores (puede que las cifras reales y secretas sean mucho mayores). Ha establecido los objetivos de guerra de todos los conflictos en los cuales los Estados Unidos se han involucrado en función de los intereses de sus miembros, se puede decir que ha sido el motor de la continuación de la expansión del libre mercado.

Según el periodista Daniel Estulin El Consejo de Relaciones Exteriores forma parte de un grupo internacional ya citado y que se llama Round Table o Mesa Redonda. Otras de sus sucursales son el Royal Institute of International Affairs del Reino Unido y los Institute of International Affairs de Canadá, Australia, Sudáfrica, India y Holanda, y los Institute of Pacific Relations de China, Rusia y Japón.

Para valorar las dimensiones del poder que manejan las organizaciones secretas más importantes del mundo, es decir, el Club Bilderberg, el Consejo de Relaciones Exteriores y la Comisión Trilateral, basta con recordar que controlan a todos los candidatos a la presidencia de EEUU de ambos partidos, a la mayor parte de los senadores y congresistas, la mayoría de los puestos relevantes para la política del país (especialmente en el campo de los Asuntos Exteriores), a la mayor parte de la prensa, a todos los componentes de la CIA, el FBI y el IRS (Hacienda Pública), y a la mayoría del resto de organizaciones gubernamentales de Washington.

Casi todos los puestos de trabajo del gabinete de la Casa Blanca están ocupados por miembros del CFR sin embargo lo que ya no es de dominio público es su funcionamiento y toma de decisiones. Es muy probable que una élite muy selecta del consejo en esferas internas sea la que tome las decisiones de acuerdo a los intereses privados del beneficio y el poder de grandes corporaciones y monopolios a través de la usurpación de la política exterior de EEUU.

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