
Franco y el general Mola en Burgos en octubre de 1936
Por Basilio el Bagauda
El Partido Popular se ha empeñado en convertir de nuevo a nuestra ciudad, tan nuestra como suya, en “capital de la cruzada”, como nos recordó en su libro el historiador Luis Castro.
Al cobarde silencio administrativo mostrado hasta ahora por Javier Lacalle, César Rico y Jose María Arribas ante la petición por parte de la Fundación Yagüe de subvención directa y la autorización de los actos que pretende organizar en nuestra ciudad, y de los que ya dimos cuenta ayer, se suma la última denuncia realizada por Imagina, único grupo político que está mostrando sensibilidad para cerrar las heridas aún purulentas de la mal llamada “guerra civil”.
“Imagina Burgos” denuncia la paralización por parte del equipo de gobierno de la comisión de expertos para el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en la ciudad, con lo que de esta manera “da alas a la Fundación Yagüe” que, recordemos, expresó en boca de la cabeza visible de la asociación, Maria Eugenia Yagüe, que deberían de tener presencia física en la misma.
Desde abril, y gracias a la posición minoritaria del grupo popular, se votaron y se acordaron en el pleno otras medidas en este sentido como la retirada de la mención de Alcalde Honorífico y la Medalla de Oro de la ciudad al dictador Francisco Franco.
A juicio de la formación política, “el Partido Popular muestra una dejadez intencionada, ya que ni ha comunicado a los miembros del comité que han sido seleccionados”.
Por si estos hechos denunciados no fueran suficientemente graves, estos días nos enteramos de la carta enviada el 11 de mayo de este año por el escritor Pablo Arribas Briones al equipo de gobierno municipal en la que expone la idea de la creación en Burgos de un museo municipal sobre la guerra civil.
En dicha carta Pablo Arribas afirma que ya cuenta con el visto bueno en la colaboración de la Universidad de Burgos, el Obispado y los representantes del ejército en nuestra ciudad.
Así mismo afirma que tras hablar con Juan Vicente Herrera, éste le ha aconsejado que el asunto debería de ser sometido a debate en la Corporación Municipal “y que, tras ello, él expondría su idea”.
Así mismo, el escritor burgalés dice disponer “de datos sobre museos, organismos y particulares que donarían piezas, algunas muy curiosas y desconocidas por las nuevas generaciones”.
Para justificar su proyecto, el sr. Arribas ha expresado públicamente que no entiende cuales son los motivos para que aún no exista un museo en España de estas características, y pone como ejemplo el Museo de la Guerra de Secesión norteamericana.
El ejemplo no podía ser más acertado, ya que “al parecer” en los Estados Unidos, tras la finalización de la guerra en 1865, los que la sobrevivieron, aun habiendo sido perdedores en la misma, pudieron presentarse a unas elecciones democráticas; ni los combatientes del bando derrotado ni sus familias fueron ejecutados, perseguidos, expropiados, explotados y condenados a la miseria durante 40 años; e incluso, según nos confirman nuestros colaboradores desplazados a Filadelfia, 77 años después en los USA, es decir en 1944 no había decenas de miles de norteamericanos desaparecidos en cientos de fosas comunes.
Tendrán que comprender tanto nuestros representantes políticos como el sr. Arribas que exista algo más que desconfianza por parte de la mayoría de l@s ciudadan@s acerca de las “buenas intenciones” en la creación de dicho museo que, por otro lado, debería de ser creado con dinero público, dinero que se niega permanentemente a las asociaciones de la memoria histórica para, entre otras cosas, conseguir que en este triste país no exista ni un solo resto mortal de desaparecid@s. Brutal y cruel contradicción en la que, al parecer, ni este señor ni el nuevo rector de la UBU ni mucho menos el Obispo de Burgos, con la importancia que le da su Iglesia al rito de enterramiento, no han caído.
Además tampoco parece que Don Pablo sea la persona más indicada para dirigir y coordinar la creación del centro museístico.
Pablo Arribas Briones fue fundador y primer presidente de la asociación de “Amigos del Camino de Santiago de Burgos” en el año 1987. Tras su marcha, siguió influyendo notablemente en la asociación hasta el punto de tener un grave enfrentamiento que comenzó en 2009. Ese año fue elegido Presidente Jesús Aguirre frente al candidato apoyado por Arribas, Eduardo Francés, ex concejal del Partido Popular – ¡¡qué casualidad!! – , ex presidente de Caja de Burgos – ¡¡paren, que me apeo!! – y propietario de un negocio hostelero en Castrojeriz – ¡¡y además emprendedor!!.
Desde ese momento, Pablo Arribas, en un ataque de egocentrismo, utilizó todos los medios a su alcance, para manchar el honor de la asociación y de sus representantes, llegando a acusarles públicamente de irregularidades en el uso de los fondos de la misma. La Junta directiva le respondió, a su vez, “de intentar destruir con mentiras al colectivo jacobeo burgalés” y confirmaron en un periódico de la ciudad que habían decidido “querellarse contra estos infundios y contra su autor, Pablo Arribas Briones, y no dar más pábulo a este tipo de trifulcas innecesarias y barriobajeras, que se publican por no sabemos qué intereses espurios”.
Es de esperar que no se lleve a cabo tan descabelladas idea y que la oposición acabe doblando el brazo a los defensores, dada su conducta, de los criminales y terroristas que acabaron con la esperanza de millones de españoles en su deseo de Libertad y Justicia social.