“Las marchas de la dignidad” en defensa de las pensiones

La avalancha adoptadas por los gobiernos del PSOE y del PP contra la clase obrera operan como un cáncer que va destruyendo nuestras condiciones de trabajo y de vida.

Las reformas laborales, que han extendido la precariedad a millones de personas, los recortes de las pensiones, el copago de los medicamentos, la destrucción de los servicios públicos, los desahucios, la escandalosa subida de la luz, etc… no son hechos aislados. Uno sobre otro van cayendo sobre las espaldas de las y los trabajadores como una losa cada vez más pesada.

Empecemos con las pensiones

La clase trabajadora cotiza menos debido a la altísima precariedad en el empleo como consecuencia de las sucesivas reformas laborales: salarios bajísimos, contratos a tiempo parcial, economía sumergida, falsos autónomos/as, etc…Así caen en picado las cotizaciones y la patronal paga cada vez menos. Esta bajada de ingresos ha llevado a los gobiernos a vaciar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social que pertenece a la clase obrera. Con Rajoy ha pasado de tener 65.000 millones de euros a menos de 16000.

Las condiciones de vida de las personas pensionistas se han deteriorado gravemente en las dos últimas décadas, a raíz de la firma del Pacto de Toledo entre la patronal, todos los grupos parlamentarios y CC.OO y UGT. Dicho Pacto exime al Estado de su responsabilidad en el pago de las pensiones y abre vía a los fondos de pensiones privados. Desde entonces, los gobiernos de PP y PSOE han aumentando de 8 a 15 años el periodo de cálculo reduciendo sensiblemente los ingresos, ha pasado de 35 a 37 años el tiempo de cotización necesario para percibir el 100% de la pensión y se ha retrasado la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años: un ataque brutal a nuestras vidas. La mayor parte de los pensionistas viven en condiciones de gran pobreza.

Dos tercios de los más de 8 millones y medio de pensionistas tienen pensiones de menos de 1.000 euros. De esta cifra, el 40% (2,6 millones) no llegan a los 600 euros. La injusticia es más flagrante para las mujeres: su pensión mensual promedio es inferior a la de los hombres en 421 euros. Además algo más del 34% de los hogares sobreviven exclusivamente con los ingresos de una pensión.

EXIGIMOS por lo tanto la inmediata derogación de las reformas de las pensiones de PP y PSOE, el rechazo del Pacto de Toledo y la exigencia de que todo el sistema de pensiones (pensión mínima de 1.080 euros) esté garantizado por los PGE. No entendemos que haya dinero para rescatar a la banca o las autopistas pero no para garantizar las pensiones.
Desde las Marchas de la Dignidad planteamos que es imprescindible negarse al pago de la Deuda y a los objetivos de Déficit impuestos por la UE y el FMI. Afirmamos que es imposible tener soberanía política y vivir dignamente dentro del marco de la UE y del Euro.

Como bien ha demostrado la dolorosa experiencia del pueblo griego, y su penosa experiencia con Syriza, no hay más salida compatible con la soberanía del pueblo que prepararse para luchar contra una Troika que encarna los intereses del gran capital. Las Marchas de la Dignidad plantean a la clase obrera que lo fundamental es incrementar la organización y el poder popular para una tarea cada vez más urgente e indispensable: destruir el capitalismo como sistema social para poner la riqueza y el poder en manos de la mayoría social.

Exigimos la derogación de las reformas laborales del PP y del PSOE, que solo buscaban ampliar los márgenes de beneficios de la patronal, facilitando los despidos, abaratando costes, ampliando nuestra indefensión en los centros de trabajo, aumentando la precariedad hasta límites insostenibles… Solo mediante esas derogaciones e implementando un plan ambicioso de lucha contra el paro y la precariedad, la creación de nuevos puestos de trabajo y favoreciendo la estabilidad en el empleo podremos trabajar por una salida a la crisis capitalista favorable para la clase trabajadora. Esta línea de trabajo deberá hacerse además desde una perspectiva de género y apostando por un modelo económico diferente del que nos ha traído esta perdida de derechos.

Desde Burgos queremos además sumarnos a la Campaña por el Cumplimiento de la Carta Social Europea que promueve la Marea Básica. Con estas medidas se avanzaría en la consecución de una Renta Básica para todas y todos, que evitaría que millones de personas vivan bajo el umbral de la pobreza, se vean obligadas a trabajar por salarios de miseria, dependan de otras personas o de la caridad para sobrevivir, etc.

La lucha contra la pobreza energética ha de ser otro eje prioritario de trabajo: millones de personas pasamos frío en invierno o no podemos hacer uso de la electricidad necesaria en nuestros hogares. Esta situación ocasiona muertes en un momento en que la banca está volviendo a sus beneficios millonarios pre-crisis. La nacionalización de las empresas energéticas y su puesta a disposición social es un paso imprescindible hoy día. Asimismo nos oponemos frontalmente a la apertura de la central nuclear de Garoña. Frente a la energía nuclear, peligrosa y contaminante, apostamos por un desarrollo energético basado en el consumo y potenciación de las energías renovables, con participación de las y los consumidores en su fortalecimiento.

En el terreno sanitario, exigimos en Burgos capital el rescate del HUBU, un hospital que constituye una ruina para las arcas públicas que pierden cientos de millones de euros en el pago de un canon que solo beneficia a un puñado de capitalistas mientras que perjudica los derechos sanitarios de la mayoría de la población. En Aranda de Duero nos sumamos al clamor popular en pos de la construcción de un nuevo hospital comarcal que vele por la atención sanitaria de la zona: las y los arandinos no pueden seguir soportando mas el déficit asistencial y de camas, la eliminación de especialidades…

Exigimos la derogación de la Ley Mordaza, creada para perseguir la lucha contra los recortes sociales y para atenazar la contestación política. El estado español ha creado una malla represiva que mantiene presos a compañeros como Alfon o Bódalo, representantes de generaciones activistas que hemos padecido los últimos años la escalada represiva. En nuestra ciudad, además, asistiremos en marzo a los juicios contra 18 compañeros acusados durante las jornadas de lucha contra el Bulevar de Gamonal. Desde las Marchas enviamos todo nuestro apoyo y solidaridad.
Llamamos además a la movilización sostenida y unitaria contra la lacra que suponen las violencias machistas, que tienen a los feminicidios como punta del iceberg, pero que encierran las violencias estructurales y diarias en todos los órdenes de la vida de las mujeres, como corsés de fuerza que oprimen de manera doble o triple a las mujeres, hasta que se llega a los casos extremos que lamentablemente conocemos. La lucha contra el sistema patriarcal ha de ir paralela a la lucha contra las n social de fondo se comenzará a avanzar para eliminar esta pandemia.

Las Marchas de la Dignidad burgalesas llamamos a todos y a todas a ocupar las calles de nuevo en movilizaciones que suban en intensidad y firmeza: solo desde abajo, desde la lucha social podremos comenzar a dar la vuelta a una situación que requiere de toda nuestra dedicación.

Asamblea de Parad@s y Precari@s,Asamblea Feminista,  Asociación feminista Hypatia, Confederación General del Trabajo CGT, Coordinadora Estudiantil, Ecologistas en Acción, Imagina Burgos, Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR, Izquierda Unida, Partido Comunista de España PCE, Podemos, Unión de Juventudes Comunistas de España UJCE

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