Lanzamiento de la Campaña #Río2016: Brasil, ¡No pases olimpicamente!

Por Amnistía Internacional Burgos

Lanzamiento de campaña #Río2016: Brasil, ¡no pases olímpicamente!

 Amnistía Internacional pide a las autoridades brasileñas y a las entidades organizadoras de los Juegos Olímpicos que prevengan el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad.

469 personas han muerto a manos de la policía en Río de Janeiro desde que la ciudad fue elegida sede de los Juegos Olímpicos en enero de 2009.

Durante la organización del Mundial de Fútbol en 2014, la policía del estado de Rio de Janeiro mató a 580 personas, un 40% más que en 2013; en 2015, esta cifra ascendió a 645 personas.

Brasil ha aprobado recientemente la Ley General de los Juegos Olímpicos, que impone nuevas restricciones a la libertad de expresión y de reunión pacífica en Río de Janeiro.

            Que Brasil deje de ser campeón de homicidios y empiece a batir récords en derechos humanos. Ese es el objetivo de la nueva campaña de Amnistía Internacional que, con el lema ‘¡No pases olímpicamente!’, denuncia el aumento del número de homicidios por parte de las fuerzas de seguridad desde que el país fue elegido anfitrión del Mundial de Fútbol en 2014 y Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos que se celebrarán este verano, y exige a las autoridades competentes el respeto a los derechos humanos.

El próximo domingo 19 de junio en el Paseo Sierra de Atapuerca, Amnistía Internacional se unirá a la XXI Media Maratón Ciudad de Burgos organizada por Abave Atletas Veteranos Burgos, para visibilizar la vulneración de derechos humanos en Brasil y recabar apoyos.

Los datos son muy reveladores: Brasil está entre los campeones mundiales en homicidios, con casi 60.000 por año, de los que alrededor de 40.000 fueron por armas de fuego -un buen número de ellos por violencia policial-. La violencia letal es selectiva: los jóvenes negros son el principal grupo de riesgo. En 2015, la policía fue responsable de uno de cada cinco homicidios cometidos en Río de Janeiro. Sólo desde 2009, cuando la ciudad fue elegida sede de los Juegos Olímpicos, y hasta diciembre de 2015, han muerto 2.469 personas a manos de la policía. Durante la organización de la Copa Mundial de Fútbol en 2014, la policía del estado de Río de Janeiro mató a 580 personas, un 40% más que en 2013. Una cifra que en 2015 fue incluso mayor: 645 (307 sólo en la ciudad).

 “Parece que Brasil ha aprendido muy poco de los grandes errores que cometió durante años en materia de seguridad pública. La política de ‘disparar primero y preguntar después’ ha convertido Río de Janeiro en una de las ciudades más letales del planeta”.

Leyes contra la libertad de expresión y de reunión

            Las autoridades han anunciado recientemente el despliegue de alrededor de 65.000 agentes de policía y 20.000 soldados para vigilar los Juegos Olímpicos, en la que podría ser la mayor operación de seguridad de la historia de Brasil.

            Amnistía Internacional advierte de que no se han aprendido las lecciones de la Copa Mundial 2014. En marzo de 2016, la entonces presidenta Dilma Rousseff firmó una nueva Ley Antiterrorista que incluye una redacción excesivamente vaga que deja abierta la posibilidad de ser utilizada injustamente contra manifestantes y activistas pacíficos.

            Por otra parte, el 10 de mayo de 2016, el Gobierno federal firmó una nueva “Ley General de los Juegos Olímpicos” que impone nuevas restricciones al derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica en muchas zonas de la ciudad anfitriona, restricciones que son contrarias a las leyes y normas internacionales, y no aborda el uso de la fuerza innecesaria y excesiva por las fuerzas de seguridad cuando realizan funciones policiales en reuniones.

Represión policial durante el Mundial

 El Mundial de Fútbol en Brasil en 2014 conllevó un incremento, a partir de 2013, del número de manifestaciones para protestar contra la subida del coste de los transportes públicos, los gastos excesivos en la organización del Mundial y, por contraste, la insuficiente inversión en los servicios públicos. Además del incremento del número de homicidios por parte de las fuerzas de seguridad, Amnistía Internacional documentó casos de represión policial, con uso excesivo de la fuerza contra manifestantes, detenciones arbitrarias e intervenciones violentas en comunidades marginadas.

 “En los grandes eventos deportivos, Brasil no sólo ha fallado en dejar un legado positivo en términos de seguridad pública, sino que ha incrementado las violaciones de derechos humanos. Es necesario que las autoridades de seguridad pública y las entidades organizadoras de los Juegos Olímpicos de Río 2016 prevengan y actúen contra la vulneración de derechos humanos”

Además, la organización ha puesto en marcha una acción online para exigir a las autoridades competentes que prevengan este tipo de actuaciones.

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