Por El Bagauda
La santificación de Dios a través del trabajo… Dios y Trabajo. Pero un Dios oscuro, inefable, hermético, intolerante y poderoso y unxs siervxs férreamente unidxs y entregadxs ciegamente a cualquier medio para imponer a su Dios en el centro de todas nuestras relaciones sociales. Pero un Trabajo basado en la competición y el tráfico de influencias y de información, los únicos medios posibles en nuestro entorno capitalista para una acumulación de capital y de poder a mayor gloria de la única finalidad incuestionable.
Ese es el resumen más preciso y conciso que puedo percibir en la aportación de la LOMCE al sistema de adoctrinamiento que sigue siendo la escuela. Si el olor acre del fanatismo y el ácido del orín de la obediencia no nos llega es porque se ha incensado de libertad de creencias y de emprendimiento.
El famoso pacto de estado por la educación ni está ni se le espera. Unxs se apuntaron a la mesa para apuntalar la farsa y otrxs para que no se les tachara de intolerantes. Pero la única certeza es que allá dónde el Opus Dei tenga poder, el pacto es imposible.
Ayer se supo a través de eldiario.es que, no contentos con que entre todxs paguemos 600 millones de euros a los 16.500 profesorxs de religión, el estado se ha hecho trampas al solitario y está pagando a un sinfín de “capillitas” en Andalucía por estar con los brazos cruzados en estos tres últimos cursos. Es decir y para redondear que, mientras el gobierno español ha despedido desde 2011 a 28.000 profesorxs y reducido su presupuesto en más de 9.500 millones, ha pagado sin pudor a un montón de elegidxs a dedo por la diócesis de turno que no trabajaban y ha aumentado en 8 años la partida a los colegios privados de 5.500 a 7.000 millones.
La LOMCE no es más que un enésimo encuentro con la superstición del fanatismo, la persecución del libre pensamiento y la oscuridad gótica: Wert utilizó el viejo truco de revestir de libertad de elección lo que no era más que puro proselitismo confesional. El Tribunal Constitucional lo confirmó recientemente: los colegios que odian la convivencia entre niños y niñas tienen derecho a que les sostengamos entre todxs.
A ésto hay que añadirle la introducción e incentivación desde un estado católico, que no aconfesional, de la única fe verdadera en nuestras aulas en su permanente lucha contra aquella ciencia que se oponga a los pilares del dogma, el adoctrinamiento contra los derechos individuales, contra el feminismo y las identidades sexuales.
Pero además no se conforman con la escuela, sino que también están detrás de buena parte de los principales medios de comunicación del país a través de la formación de “mensajeros”, como así se les llama a lxs periodistas formados en la Universidad de Navarra, y de la propiedad de cabeceras, emisoras de radio, canales de televisión y numerosas editoriales como SM, RIALP o Eunsa.
Por si eso fuera poco, y para que sirva de ejemplo de su poder en España, de lxs 450 principales directivxs del IBEX 35 173 han pasado por las aulas de las principales escuelas de negocios católicas como ISADE, IESE o ICADE.
La Obra se encuentra representada preferencialmente en todos los poderes del estado hasta el punto de que más de la mitad de los ministros de los diferentes ejecutivos del Partido Popular pertenecen a esta organización famosa por su hermetismo, avidez de poder, endogamia elitista y visión reaccionaria del mundo. Un cáncer instalado en los resortes de poder que amenaza los derechos y libertades de todxs y que sigue aprovechando la posición hegemónica que el dictador les otorgó.
Esa, y no otra, es la razón de que en España sigan prevaleciendo valores como el ejercicio despótico del poder, el nepotismo, el corporativismo, la endogamia social, el clasismo, la desconfianza y el odio al diferente, el patriarcado, la justificación de los medios por los fines, el mínimo riesgo al máximo beneficio, el desprecio a la ciencia y al libre pensamiento, la sacralización de la propiedad privada y la fagocitación de lo común.
Mientras tanto, en nuestros coles sigue creciendo el fracaso escolar entre lxs alumnxs, la desidia y el agotamiento en lxs enseñantes, los acosos de todo tipo y la sensación generalizada de una explosión controlada del sistema público para crear dos sistemas paralelos pero pagados con el dinero de todxs: uno de calidad, con todos los recursos y nuevas pedagogías a su disposición para lxs hijxs de la burguesía y las clases mdias acomodadas; y otro para ir tirando, para contener a la chavalería entre cuatro paredes como si de una guardería se tratara, un sistema para lxs hijxs de las clases trabajadoras pauperizadas con pocos recursos materiales, docentes al borde del colapso con obligadas pedagogías desincentivadoras y un estancado programa curricular que condene a lxs niñxs a la analfabetización funcional.
Ni el Opus Dei ni la Asociación Católica de Propagandistas ni los Legionarios de Cristo ni el Camino Neocatecumenal ni Comunión y Liberación ni los jesuitas ni los salesianos ni Cristo que lo fundó, ninguno soltará una presa que les supone una plataforma de proselitismo y adoctrinamiento ejercida para favorecer sus intereses coincidentes con los de la burguesía y la aristocracia de este país.
La Iglesia más reaccionaria ha recuperado el terreno perdido en los 80 y en los 90 de la mano de Aznar y ahora de Rajoy y se produce, poco a poco y sin avisar, el retorno a un nacionalcatolicismo que las élites políticas y económicas nunca abandonaron: tan solo esperaron a mejores tiempos para su reverdecer.
Cierto es que la sociedad española, en su mayoría, ha abandonado la tutela de las sotanas para ir en busca de vientos más amables pero el riesgo de involución y de vuelta a la represión es cada vez mayor. La cuestión es aún más grave cuando de la educación se trata, puesto que sólo ésta cambia los principios y valores por los que se guía una sociedad y puesto que sólo ésta puede convertirnos en seres libres, pensantes y conscientes. Lo opuesto a lo que pretende la artillería lomciana.
Pero no todo está perdido, el avance en derechos y libertades contra la discriminación sexual y la explosión del feminismo, del empoderamiento de buena parte de la población femenina para exigir lo que nunca debió se arrebatado, su dignidad e igualdad respecto a los hombres, son una demostración palmaria de que cuando se pelea por una causa radicalmente justa y común, no hay „mensajeros“ ni gobernantes que puedan imponer su dogma. Podrán obstaculizarlo y dilatarlo pero ante el maremoto se retirarán para, al menos, seguir conservando su poder económico.
Insistir y resistir son elementos necesarios para ganarles en la calle lo que pretenden ganar en los despachos, en los micrófonos y en las portadas de sus periódicos. Hay que demostrarles que, a pesar de su poder, podemos y debemos cambiar colectivamente esta España negra e intolerante y el que no se una a este empeño, al menos que se aparte y no moleste.
Por eso hay que seguir insistiendo en una escuela pública, laica y gratuita, sin intromisiones ideológicas ni discriminaciones de ningún tipo, integradora, emancipadora y coeducadora, una escuela que procure ser la emisora de todos los conocimientos disponibles y universales para todxs y que permita el desarrollo de las habilidades y capacidades de nuestrxs niñxs, una escuela que apueste más por los medios que por los fines. Por eso hoy hay que estar de nuevo con la Plataforma y hay que acudir a su llamada.
El Opus y todas las congregaciones ultras que compiten con la secta del Camino son el principal enemigo. Esta es la verdadera razón de la LOMCE y de la imposibilidad del pacto.