Por Luis Marcos
Estos días he podido participar en las Jornadas que el Parlamento Europeo ha realizado sobre Despoblación Rural en Europa, las más importantes realizadas en la Eurocámara sobre el tema, desde su creación en 1952, y desarrolladas bajo el título “Sparsely populated and severely depopulated areas: a growing problem in the EU” (Áreas poco pobladas y severamente despobladas: un problema para el desarrollo de la Unión Europea).
Estas jornadas, impulsadas por el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) y por CHUNTA ARAGONESISTA (CHA), a través de la Cooperativa Política PRIMAVERA EUROPEA, que comparten en el Parlamento Europeo junto a COMPROMIS, EQUO y PUM+J, han reunido a expertos en medio rural, técnicos de la Comisión Europea, asesores de los Grupos del Europarlamento, Eurodiputados, representantes políticos, Agentes Sociales y Representantes institucionales de los territorios afectados. Su objetivo era sensibilizar a instituciones europeas como la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, en la intensidad y gravedad del problema de la Despoblación en Castilla y Aragón, colocar esta problemática en el listado de prioridades de Desarrollo Local y Regional de la Unión Europea, analizar experiencias exitosas de desarrollo local en territorios poco poblados y habilitar medidas que implanten acciones económicas para frenar la pérdida de habitantes en estas zonas.
Castellanistas y aragonesistas, creemos que la despoblación rural y el envejecimiento, es el principal problema estratégico de nuestra tierra, y consideramos que las políticas de la Unión Europea y del Gobierno de España en Desarrollo Rural no han servido ni para fijar población, ni para mejorar la calidad de la prestación de los servicios públicos, ni para crear actividades productivas sostenibles en el tejido rural. Así mismo, coincidimos en reclamar la Comarcalización, como una urgente forma de ordenación del territorio, que acerca la democracia y los ámbitos de decisión, e inversión al territorio rural, frente a modelos obsoletos e ineficientes como las Diputaciones Provinciales.
Una de las conclusiones de las Jornadas se ha centrado en que las cuantiosas inversiones recibidas por España para Desarrollo Regional, gestionadas por el Estado Central y las Comunidades Autónomas, solo en una parte ínfima se han aplicado a políticas activas para fijar población y evitar la despoblación. Así, en el periodo 1986-2013, España recibió 151.400 millones de euros para política agrícola, ganadera y de desarrollo rural, y 153.000 millones de euros para políticas regionales que buscan la cohesión y desarrollo de las regiones europeas, a través del Fondo de Desarrollo Regional (FEDER) y del Fondo Social Europeo (FSE).
La acción institucional contra la Despoblación por parte del Comité Europeo de las Regiones o de las gestiones autonómicas de los ejecutivos regionales de Castilla-León y Castila-La Mancha ha sido un sonoro y dramático fracaso.
Son necesarias nuevas políticas de desarrollo local y de lucha contra la despoblación, que exigen cantidades mucho más modestas que las aplicadas hasta la fecha, pero que deben aplicarse directamente a proyectos gestionados desde el tejido social, los ayuntamientos, las comarcas y mancomunidades, y no desde burocracias ajenas y alejadas al mundo rural. Para que la política de lucha contra la despoblación tenga éxito, es prioritario movilizar al tejido social en estas áreas en torno a iniciativas activas y eficaces, desde las Instituciones más próximas y desde la Sociedad en proyectos que pongan en valor los recursos endógenos del territorio, que sean pilotados por la población local, que sean sostenibles social y ambientalmente, y que fortalezcan los tejidos sociales y empresariales autóctonos.
Los castellanistas hemos trasladado a Europa datos, que no por repetidos dejan de ser tremendamente demoledores, del fenómeno despoblador en Castilla, especialmente grave en provincias como Cuenca, Guadalajara, Palencia, Soria y Zamora. Así, la Castilla Rural ha pasado en 60 años de 4 millones de habitantes a poco más de 1 millón, se han cerrado más de 4.000 escuelas rurales en Castilla y la población en los núcleos rurales castellanos de menos de 200 habitantes, supera el 50% de mayores de 65 años. Gran parte de las comarcas rurales castellanas poseen una densidad de población inferior a 10 habitantes por kilómetro cuadrado: auténticos desiertos demográficos.
Es verdad que hay otras zonas de Europa (pocas) con densidades poblacionales tan bajas, como Laponia, pero nunca tuvieron una población mayor, como sí la tuvo Castilla, y no sufren el feroz envejecimiento que condena al exterminio demográfico a nuestros pueblos.
Estamos promoviendo una Iniciativa Europea y Social contra la Despoblación, que pretende reunir pronto, en un Encuentro Estatal contra la Despoblación, a quienes desde toda España queremos definir estrategias y coordinar acciones sociales e institucionales contra la despoblación. Pronto, representantes de Política de Desarrollo regional de la Comisión Europea visitarán los territorios más castigados por la Despoblación de Castilla y Aragón, y al mismo tiempo queremos conocer las Experiencias Exitosas, que las hay, en Escocia, Suecia, Finlandia o Grecia.
Francia también cuida bastante más el medio rural que España.
Señor Rajoy, ¿envidia a Europa? Pues, tome nota. Medio rural vivo y mejor.