La casta y la pasta

Por Juan Vallejo
Irene y Pablo, adalides de Podemos, son casta y pasta del degenerado sistema capitalismo que, desde la noche de los tiempos, muerde a este desdichado país de malabaristas del dinero y de la política.
La puñalada trapera al combinado Podemos Unidos, etc, etc, es letal.
Me imagino al gran Marcos Ana, al que tanto evocan e invocan, ante las fotografías del indecente chalet de Galapagar, para un comunista, claro.
Uno ha sido testigo de cómo vivió el gran poeta, de cómo apostó por ellos a diario, en la puerta del Sol, en tantos foros. Su austeridad y coherencia, desvelan la patraña de Podemos en estos dos representantes de la coalición. Y tantos otros compañeros que estando locos por hacer lo mismo, van tarareando su decrepitud.
El desdichado e irreversible desastre de Imagina Burgos, debe ir derivando el escaso reflejo de Podemos que aún le queda a cielos más propicios, porque la coyunda jodió el invento y afectó a los que todavía sobreviven de manera incuestionable.
Podemos hace tiempo que desnaturalizó su ideología y bebió de la contaminada sociedad española lo peor: la pasta y la casta.
Apuntaba maneras Monedero, cuya ciencia matemática respecto al capital y valor, intereses y créditos del ya gafado chalet,le convierten en más, si cabe, malabarista de la pasta.
La decencia es el arte de ser uno mismo. Y esta pareja son otra cosa de la que nos predicaron, vocearon y pregonaron a la par que, desnudando la miseria capitalista y las mordidas de otros diputados, ministros y demás calaña política, se erigían en ejemplo de la congruencia, coherencia y bla,bla,bla.
Cuando Marcos Ana tenía que poner los baldes en el ático que le presto Teodulfo Lagunero, para evitar calar su cama y sus maletas repletas de documentos y poemas, pude contemplar a diario, cómo su impresionante aceptación de la realidad, emanada de la humildad que le caracterizaba, le hacía más grande todavía. Hubo que convencerle para que ocupara un piso más acorde con su salud y edad que el mismo Lagunero reparó en el edificio de su propiedad donde vivió hasta su fallecimiento.
Me decía hace unos días un ex-preso del Penal de Burgos, compañero de Marcos Ana, republicano y socialista, que vino a ver Memoria al Forum, un hombre que fue torturado en los bajos de la Dirección General de la policía franquista, cómo la austeridad y precariedad de su vida desde su puesta en libertad, le había servido para ser más humano y eficaz en esto de amar y ser libre.
Cómo me hubiera gustado que estas palabras que nos refería el amigo republicano a los compañeros de la Memoria histórica de Burgos en la exposición, las hubieran escuchado estos, desde ya, desvergonzados títeres de la comedia del Gran Capital.

Un comentario

  1. No necesariamente hay que vivir en completa austeridad para tener ideas políticas de solidaridad. El problema viene cuando teniendo un gobierno corrupto, se le sigue aupando en las urnas. Por lo general, lo que se ve se aprende.

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