Irregularidades en la prórroga de Garoña, una central nuclear que no se debe reabrir

Por Andrés Amayuelas

El 8 de febrero el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aprobó la renovación de la autorización de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), cerrada por sus dueños desde finales de 2012.

El voto favorable del pleno del regulador nuclear, con un solo voto en contra, se produjo en contra de las directrices que había emitido previamente el CSN. El organismo otorgaba a la planta la renovación de licencia de la central, pero prohibiéndole cargar combustible y producir electricidad mientras no realice las inversiones que le exigió en su momento, que según fuentes del sector, superan los 200 millones de euros.

Foto cedida por A.A.

Sin embargo, el proceso de renovación no ha estado exento de polémica. El 16 de marzo de 2015, el director Técnico de Seguridad Nuclear del CSN remitió una carta a Nuclenor, la sociedad propietaria de Garoña participada por Endesa e Iberdrola, en la que advertía de que de ninguna manera emitiría su informe preceptivo si antes no estaban hechas determinadas mejoras en seguridad: cambio de trenes eléctricos, inversiones en venteo, filtrado… No hay que olvidar que la central ubicada en el Valle de Tobalina, es la única en el Estado español con tecnología de primera generación.

Tiene un reactor de agua en ebullición (Boiling Water Reactor, BWR) diseñado por General Electric en los años cincuenta, el mismo sistema que tenía la central de Fukushima I. El sistema de contención con el que cuenta, al igual que la malograda central japonesa, es un Mark I, desaconsejado por la Comisión de Energía Atómica de EEUU desde 1972.

El 23 de febrero la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica, constituida por funcionarios del Cuerpo de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear (ASTECSN) presentaba en el Congreso de los Diputados un informe con 31 propuestas de cambios normativos, cambios internos de funcionamiento y cambios en materia de transparencia para mejorar la independencia, la neutralidad, la credibilidad y la comunicación del CSN, así como para reforzar la confianza que la sociedad deposita en el organismo regulador.

El informe no ahorra críticas al proceder del gobierno del partido popular, afirmando que sus prácticas suponen “una muestra del caciquismo y de la captura política de la institución, dando a entender que atiende a intereses políticos y económicos distintos a los estrictamente circunscritos a la seguridad nuclear y a la protección radiológica”. En lo que respecta a Garoña, la presidenta de ASTECSN apuntó que “nunca las evaluaciones técnicas deben plantearse como excusa de decisiones políticas”, aclarando además que “nunca se debería emitir un informe favorable para una autorización de explotación cuando se incluyen condiciones imprescindibles para poner en marcha el reactor”. Solo debería darse si ya se han realizado las modificaciones exigibles.

Durante la primera y segunda semana de marzo se sucedieron en el Congreso de los Diputados diversas iniciativas parlamentarias reclamando el cierre definitivo de Garoña, su desmantelamiento y planes de desarrollo alternativo para la zona de influencia de la central. Precisamente en esos días se celebró reunión de la Comisión de Energía, en la que el secretario general del Consejo del CSN, Manuel Rodríguez Martí, reconoció que la documentación del expediente para la reapertura de la central burgalesa se gestionó de manera “distinta” a lo habitual. Y es que, mientras la documentación relativa a otros expedientes es de libre acceso para los técnicos, no lo fue en el caso de Garoña, donde los documentos se manejaron en papel y no se pusieron a disposición de la totalidad de los técnicos. Se justificó diciendo que “era un expediente que necesitaba confidencialidad y tuvo un sistema de gestión documental especifico”.

Es dudoso que Garoña, la central nuclear más vieja y de menor producción del Estado, vuelva a producir electricidad. Pero en las organizaciones antinucleares sospechan que el dictamen aprobado en febrero es la antesala para alargar la vida de las centrales atómicas hasta los 60 años, como quieren las eléctricas y el PP. La siguiente planta en el calendario de licencias a la que le toca renovar su permiso es la central de Almaraz, la más potente de España, que prevé solicitar su prórroga en mayo de este año.

Con motivo del aniversario del desastre nuclear de Fukushima, el 11 de marzo de 2011, Ecologistas en Acción ha recordado que el incidente de la central japonesa demostró que la energía nuclear es demasiado peligrosa, demasiado sucia y demasiado cara para que se continúe usando. La organización recuerda que no se puede permitir que estos desastres vuelvan a ocurrir y es por ello que durante los próximos meses los movimientos antinucleares españoles y portugueses mostrarán su rechazo a las renovaciones de los permisos de las centrales nucleares, empezando por las de Garoña y Almaraz e informando sobre las consecuencias perniciosas del cementerio nuclear que se quiere instalar en Villar de Cañas (Cuenca) o la mina de uranio de la provincia de Salamanca.

Según Ecologistas en Acción la única razón para mantener abierto el parque nuclear más allá de los 40 años “responde al interés del oligopolio eléctrico de seguir incrementando sus beneficios, sin importar el consiguiente aumento de la inseguridad y de la cantidad de residuos a gestionar” y añaden que “en el mercado eléctrico español una gran central nuclear produce al día en torno a un millón de euros de beneficios. La reapertura de Garoña sería un tremendo error”.

Andrés Amayuelas | Rueda de prensa y reunión preparatoría de la manifestación en Vitoria.

El sábado 18 hay convocada una manifestación en Vitoria para reclamar que Garoña no se vuelva a poner en marcha. Una de las primeras acciones organizadas por diversas organizaciones sociales y políticas de Castilla y León, País Vasco, Cantabria y La Rioja que se reunieron el pasado 4 de marzo en Miranda de Ebro para coordinar sus actuaciones.

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