Todavía resuenan en el HUBU los boatos de la celebración grandilocuente por parte del Consejero y la plana mayor de las fuerzas vivas.
A las seis de la tarde del día de hoy, de nuevo, EL HUBU ESTÁ INUNDADO. Dirán que con la tormenta que está cayendo, todo es posible. Y es verdad: en el Centro de Salud de Gamonal-Antigua también está habiendo filtraciones de aguas RESIDUALES. El Hospital, un edificio ruinoso a precio de oro. El Centro de Salud, una estructura abandonada, reflejo de la desidia en la que se encuentra nuestra Atención Primaria. Hay mucha agua en las calles, de acuerdo, pero un edificio de 5 años no tiene por qué inundarse.
Para nosotros el HUBU es una gran oportunidad perdida. La oportunidad histórica de hacer un gran hospital de verdad, lo que se ha malogrado por dos circunstancias gravísimas: el modelo utilizado y la política de gestión autoritaria, oscurantista y partidaria.
Se ha hecho un hospital insuficiente para dar respuesta a las necesidades de la provincia. Insuficiencia que se deriva en la dependencia de conciertos, contratos, concesiones y derivaciones a la medicina privada. ¿Por qué?
Se ha perdido la oportunidad de aprovechar a la generación de profesionales mas preparada de la historia de Burgos merced a una política de nombramiento de puestos intermedios en la que solo se tiene en cuenta el amiguismo y la afinidad, en la que se castiga al que habla, se elimina al discrepante y se utiliza políticamente al nombrado cuando se considera preciso.
Se ha perdido la oportunidad de tener un edificio solvente para los próximos decenios, cuando se recibió un edificio plagado de fallos y una factura incomprensible. De disponer de él como dueños, porque sencillamente no lo somos y esa infraestructura que pone a disposición la concesionaria no la controlamos y no es más que un negocio que factura a precios y calidades sin competencia, en régimen de monopolio. Estamos esclavos del contrato.
Para nosotros, no hay mucho que celebrar con palabras grandilocuentes y propaganda trinfalista. Lo que hay es que responder, aclarar y reparar la fechoríaque estamos pagando todos.
Llueve sobre mojado. Ni la desidia, ni la falta de amor por parte de los trabajadores del Hospital de Burgos tienen nada que ver en esto. Sí la avaricia, la política infame de unos ladrones de estrado y despacho en la Junta, en bufetes de abogados de Burgos, de caciques expresos dueños de los medios con harta experiencia en las hisoparias bendiciones del Cabildo. Son salvajes y depredadores abogados que, fundidos a la mafia del Jefe, de la Junta, obran contra el enfermo, contra el obrero, contra el trabajador y funcionario de este Hospital trabado en la vergüenza.
Ya no sirven los estados de indignación, ni la denuncia; los jueces no están por la labor, sí por el delirio de este inmenso escenario que es la podredumbre de España. No sirve el desprecio, sí la desobediencia a estos malhechores que están obrando sufrimientos a la ciudad en tanto que sus dineros muerden el caviar y el oro del Canal.
Cuánta miserabilidad en este asunto!
Más les valdría tomar el sendero del destierro y devolver lo robado ;porque en Burgos sabemos mucho de las trapacerías de los Méndez y demás calaña. No nos engañáis con vuestras filantropías de mitra y mandil, de Cámara y banca depredadora; vuestra infamia ha sembrado en la ciudad, en el pueblo, la más vil de las acciones: el saqueo, la mentira, la codicia auspiciadas por un prensa mendaz .
El tiempo os ha instalado desde hace lustros en el Olimpo de los indeseables.