Entrevista con el psicólogo Juan Pérez

Por Eduardo Nabal

Creo que las concepciones fijas de la sexualidad son maleables y dependen de la historia y las culturas  igual que los gustos y  las tendencias musicales.”

 AMANTE Y CONOCEDOR DE LA MÚSICA ALTERNATIVA, LOS SONIDOS ELECTRÓNICOS, RESIDENTE EN SANTA CRUZ DE TENERIFE Y DEFENSOR DE LA BISEXUALIDAD COMO OPCIÓN.

Hola Juan ¿Crees que escuchas música para minorías? Eso suele ser penoso porque si sabes mucho de una cosa o te especializas en algo encuentras poca gente con la que hablar de tus aficiones. Como psicólogo ¿Crees que la música amansa a las fieras?

Juan Pérez: La música, casi siempre, afecta directamente a las emociones y es un modulador de estas emociones para estar más excitado o para estar más calmado o en reposo .Está la música y, a parte, lo que las personas buscan, anhelan o esperan de ella.

-En algunos grupos LGTB de Tenerife como “Algarabía” se defiende con una postura muy clara la bisexualidad como opción sexual y sociopolítica. No obstante curiosamente tanto gays como heteros desconfían de los bisexuales por la misma razón: Este es un gay o lesbiana reprimido/a o lo es “cuándo y cómo le conviene” ¿Qué piensas tú de todo ello?

Juan Pérez: Ese tipo de opiniones son normales cuando ves las cosas desde un ángulo u otro, no te las imaginas de otra manera y por lo tanto puedes llegar a pensar que solo existe tal y como tú las concibes. Lo entiendo pero no lo comparto, igual que la gente heterosexual no entienden la homosexualidad pero luego la van aceptando, si la aceptan. Creo que las concepciones fijas de la sexualidad son maleables y dependen de la historia y las culturas igual que los gustos y las tendencias musicales. Siempre habrá quien intente imponer un criterio y quien busque otros caminos alternativos o, sencillamente, distintos a los ya establecidos.

La gente de otra generación, estoy pensado, por ejemplo, en polémicas declaraciones de la ya difunta Shangay Lili, que veía la bisexualidad como un residuo de un pasado represor. Otros creen que lo que realmente es resultado de un pasado represor es la bifobia.

Juan Pérez: Es complicado meterse en el pensamiento de una persona bisexual, como se ve a sí mismo o a los demás, en mi caso sería como hablar dos lenguas a la vez, y poder hablarlas no separadas sino incluso juntas…la sociedad te dice como debes ser o como tienes que desarrollar el amor o la sexualidad si eres hetero, pero cuando es entre dos personas del mismo sexo parece se ha desarrollado o el ir por libre o la copia de los esquemas clásicos, dualistas y claramente jerárquicos. Yo los miro y me adapto a las situaciones. También me escapo cuando no lo veo claro.

 -Sé que eres admirador de los beatniks pero gran parte de la psicología actual por no hablar de la psiquiatría los ve como una reliquia. Eso de reivindicar las drogas, la desobediencia civil, y el amor libre. ¿Ha traído cosas negativas o también muchos avances?

  1. P: Bueno pienso que la llegada de la llamada “revolución beatnik” es interesante aunque viene de la tradición contracultural que algunos remontan al taoísmo o los trovadores medievales, que interpelaban a las masas de a pie, removían conciencias y opinaban con acidez sobre la sociedad de su tiempo. Los beatniks vienen a decir hay más caminos para vivir que los que vemos. Algunos renovados y otros completamente nuevos. Los seres humanos no somos unidimensionales, aunque quieran que lo seamos. Los hippies fueron una masificación de esas ideas, y los críticos se quedaron con la música. Pero ellos as y el contribuyeron a la revolución sexual que ya había dado sus primeros coletazos a nivel musical con el rock and roll y grupos como los Rolling Stones…

¿Crees en la identidad canaria? Lo digo porque cada nación en el estado español puede mantener sus señas de identidad cultural pero hay discursos nacionalistas que suenan a chauvinismo.

  1. P: Creo que existe una identidad cultural canaria pero también otras identidades que nos atraviesan que nos vienen dados por los medios y las aperturas al mundo por medio de internet, las relacione sociales, el contacto con otras culturas. ..Además del turismo. El canario no es demasiado chauvinista, diría que más bien al revés. Creo que en todo caso sí haría falta más educación en las cosas históricas de las islas. Apreciar tu cultura influye en tener una mejor autoestima.

-Como muchos y muchas, en estos tiempos,  andas buscando un trabajo fijo. Pero el mal de muchos no consuela a nadie. ¿Qué efectos psicológicos puede tener sobre la población el que casi ningún partido político escuche su voz y si la de los que manejan los bancos? ¿Hay una distancia cada vez mayor o ves esperanzas?

J.P: El efecto de la política, o más bien de algunos políticos, es devastador en esta sociedad donde afortunadamente aún nos quedan algunos medios de comunicación que cuentan cosas y la gente se da cuenta de cómo este país ha sido manejado…Me alegro que estemos en una democracia para empezar pero me alegraría más que hubiera separación de poderes y todo fuera más real. Una sociedad en la que la corrupción fuera algo censurable y la honestidad un valor. Necesitamos unas reglas de juego trasparentes e iguales para todos y también independencia de otros gobiernos o, mejor dicho, de su clase financiera. La irrupción de nuevos partidos es interesante en el desolador panorama actual en que estamos inmersos/as. Para mi IU tiene la historia detrás y la estructura pero arrastra el pasado y un exceso de símbolos. Podemos ofrecía nuevas formas de comunicación y transmitir mensaje. También hay allí gente que se mueve entre la socialdemocracia y la izquierda tradicional sin llegar a definirse. Para mí la izquierda significa algo muy sencillo y es la redistribución de la riqueza de arriba a abajo

¿Para ser psicólogo hay que ser capaz de oír de todo o a veces fallan las fuerzas?

J.P: Un psicólogo debe estar preparado no solo en la Universidad, sino también, sobre todo, en la vida. Se trata de saber escuchar sin juzgar. Tendría que ser así. En cuanto a los libros de autoayuda soy crítico pero no tan extremista como algunos de mis compañeros.

 

¿Qué opinas sobre los psicólogos  que se han puesto de moda últimamente como Punset, Coelho o Bucay?

J.Pérez: Esos autores abastecen a un determinado público que busca ese tipo de cosas…..El psicólogo está para ayudar a la persona , es algo más personal, se adapta a las peculiaridades , no lanza recetas fáciles para todos sin distinguir singularidades de cada sujeto . Los libros de autoayuda están dirigidos al público occidental, a un modelo de clase media en vías de extinción, un tipo de público que se cree que ha descubierto el espiritual oriente frente al materialismo occidental. Pero, en general, estos libros de autoayuda son como la música comercial engancha pero no profundizan en el tema.

¿Crees, como Marx que “no es la conciencia la que determina la vida sino la vida la que determina la conciencia”? ¿Qué les pedirías tú a las izquierdas de aquí o allí?

J.P: Bueno es un tema fácil si entiendes que la conciencia y el lenguaje vienen de una determinada sociedad y se introducen, sujetan, determinan al individuo. Es una relación bidireccional. El problema es que desde pequeño estas imbuido de un montón de prejuicios y condicionamientos. Puedes desprenderte de algunos pero nunca de todos. Esos modelos son como cristales con los que ves el mundo.

 -Este invierno se ha llevado a muchos grandes de los grandes de la música ¿Con cuál te quedas o cada uno tiene su aquél?

Juan Pérez: Evidentemente el más emblemático ha sido y es David Bowie, aunque como Prince, ya había dejado de trabajar y producir nueva música. Ninguno ha muerto en la efervescencia de su carrera como Kurt Cobain o Janis Joplin, cuyas muertes fueron inesperadas y trágicas. Pero Bowie ha sido sin duda la figura más significativa de todas. Su influencia, su gancho visual, su versatilidad dentro y fuera del escenario, su ambivalencia y su inteligencia son un legado universal. Ídolo del glam ha marcado la historia del pop-rock del siglo pasado con temas emblemáticos como “Space Oddity” o “Logder”. Bowie abrió caminos a muchos otros y otras que vinieron después.

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