Donald Trump, vasallaje e imperialismo contra México

Por Rafael H. Pagán Santini

A 11 días de la toma de posesión de D. Trump como presidente EEUU, es evidente su intención de cumplir todas sus promesas de campaña. México tendrá que enfrentar el problema de la deportación masiva, algo que ya se ha venido sintiendo porque B. Obama deportó 3 millones 400 mil mexicanos durante los 8 años de su mandato; el probable pago de arancel por el envío de remesas de EEUU a México, la cancelación del Tratado de Libre Comercio y la construcción de un muro fronterizo para detener el flujo migratorio hacia Estados Unidos.

Con D. Trump, México enfrenta un presidente, que además de querer restaurar el imperio norteamericano de principio del siglo XX, tiene como lema: “América no puede ser políticamente correcta”, esto, en la práctica se traduce en querer resucitar la ideología de dominio que ha caracterizado a EEUU: América para los americanos; el Destino manifiesto; América no tiene amigos, tiene intereses; política internacional unilateral y el sueño americano. Un individuo como éste solo puede ver enemigos, competidores mortales, los cuales tiene que vencer, sin importar el precio

D. Trump pretende avasallar a los mexicanos. El hubiera no existe en el análisis histórico, por lo que no podemos especular sobre la relación de México con Estados Unidos de haber ganado Hillary Clinton la elección presidencial en vez de Donald Trump. De ella podemos decir que es la clásica política norteamericana, una mujer de Estado, con claridad sobre los intereses de su país, pero siempre teniendo como referente lo “políticamente correcto”. En Trump vemos al clásico burgués, hombre citadino criado en la opulencia del éxito comercial, bajo la ideología norteamericana del dominio y la voluntad, “where there’s a will, there’s a way” (donde hay voluntad hay un camino). D. Trump nació en 1946, momento histórico de la “Grandeza Americana”: territorio continental (Alaska, islas del Pacífico e islas del Atlántico), moneda fuerte, comercio ilimitado, poderío militar (bombas nucleares) y control imperial sobre Latinoamérica, entre otras cosas.

Trump tiene la intención de deportar 11 millones de mexicanos, durante los primeros cuatro años de su administración. Para cualquier país, no solo México, la entrada de 11 millones de personas a su territorio es un fenómeno catastrófico, si a esto se le añada que la mayoría de ellos iniciarán la búsqueda de trabajo y de que regresarán a sus comunidades de origen, donde ellos eran el sustento económico, la situación se irá agravando cada día. Ningún país cuenta con una infraestructura para absorber un crecimiento poblacional, de forma súbita, de 11 millos de habitantes.

De acuerdo al Banco de México las remesas son la cantidad en moneda nacional o extranjera proveniente del exterior, transferida a través de empresas, originada por un remitente residente en el exterior que transfiere recursos económicos a sus familiares en México. En el 2015 se enviaron de Estados Unidos a México aproximadamente 24.300 millones de dólares y en el 2016, en los primeros 11 meses la cantidad recibida asciende a 20 mil 047 millones de dólares (20,047 millones), lo que hace a las remesas la tercera fuente de ingresos externos del país, después de las exportaciones manufactureras y petroleras. Actualmente, D Trump insiste que el impuesto sobre el envío de remesas pagará la construcción del muro fronterizo. Este impuesto podría ser de hasta el 30 por ciento.

Hace varios días, D. Trump firmó la orden presidencial para dar inicio a la cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) (NAFTA, por sus siglas en inglés) (EEUU, México y Canadá). En su agenda se incluye la renegociación de este tratado, específicamente, dar entrada al proteccionismo. Esto significa dar inicio del proteccionismo, algo que afectaría directamente la economía mexicana, la cual depende plenamente de su relación con los Estados Unidos. México es el tercer socio comercial de ese país, y en el caso de México, éste concentra 64% de su comercio total y 80% de las exportaciones. La defensa de la industria norteamericana a través del proteccionismo implicaría para México el estancamiento de su producción, exportaciones que nunca saldrían de la frontera nacional.

El presidente Trump vincula el Tratado con la migración y con el narcotráfico. De acuerdo a la información divulgada en los medios, las estimaciones sobre la cantidad de dinero que se lava en México oscilan entre los 10 mil y los 25 mil millones de dólares, lo que obtiene por ingresos brutos superiores a los 250 mil millones de dólares, es decir el 10 por ciento. Actualmente, otros investigadores postulan que la cantidad generada en el trasiego de drogas puede ascender a 50 mil millones de dólares. Esta cantidad se refiere exclusivamente al lavado por concepto de narcotráfico. El flujo de dinero ilícito en México por actividades no relacionadas al tráfico de drogas es mucho mayor. Es de conocimiento público que estas actividades involucran directamente a los políticos en turno, a los bancos, a los empresarios y, por último, a la carne de cañón, los carteles, que es la que se ve a simple vista cuando se matan entre ellos.

La situación entre México y EEUU es tensa y se agudiza cada vez más dadas las personalidades y los negocios encubiertos detrás de estas negociaciones. Independientemente de las consecuencias legales, económicas y sociales que puedan acarrear estas medidas en EE.UU., en México se agudizarán tanto los problemas fronterizos como los internos, pudiéndose convertir en tierra de nadie, zona de guerra.  Es muy grave y un error político, subestimar la embestida de Donald Trump, así como sus pronunciamientos, estos no son lemas de campaña, son trompetas de reconquista.

Deja un comentario