Daniel de la Rosa, el último cruzado

sin-titulo-1Por Basilio el Bagauda

¡¡Ayyy querido Daniel!! Tú que dormías entre sueños aterciopelados con las pompas y los dorados de las paredes del Congreso como escenario, mientras bajabas por las escaleras para ser ordenado portavoz de algo que no recuerdas. Si es que con ese apellido, con el que tantos amables chistes te habrán hecho, como no ibas a triunfar entre los tuyos.

Pero claro, la realidad es dura y porfiona y esos bonitos sueños de un humilde secretario municipal de partido, amén de su acta de concejal, se han y después del entripado llegan las pesadillas. Por eso para conjurarlas, y como buen castellano, nos has salido “posibilista, que el horno no está para bollos. Y menos si quién te aupó fue aupado a su vez por el recién decapitado Sánchez “el revolucionario”.

Así se despachaba nuestro entrañable Daniel hace pocos días en eldiario.es, convirtiéndose éste en faro y guía de la “socialistidad” española por un día.

No conviene olvidar, para saber por dónde van los tiros, que el término “posibilista” lo acuñó en nuestra doliente España un tal Cánovas del Castillo, presidente liberal-conservador del gobierno durante la restauración borbónica, tras la destrucción de la I República, y héroe nacional para Jose María Aznar. Si por algo se caracterizó nuestro querido Cánovas fue por turnarse en el poder con Sagasta, lo que se dio en llamar el “turnismo”, por generar clientelas en el ámbito local para amañar las elecciones y por impedir por todos los medios cualquier tipo de participación institucional de los emergentes movimientos obreros.

El posibilismo canovista consistía en sí mismo en que la política se debía concebir como “algo” adaptado a las circunstancias del tiempo y el lugar, aunque eso sí con una serie de principios inamovibles como la monarquía y su dinastía inamovible, la propiedad privada y el reparto del gobierno entre las Cortes y el Rey. Pura contradicción en sí misma porque por un lado afirmaba esa “adaptación” pero por otro lado hablaba de principios económicos y políticos inadaptables a ningún tiempo y espacio.

A mí esta música me suena de cerca. En cualquier caso nuestro alevín “socialista” no ha querido llegar tan lejos con lo de los principios programáticos: no vaya a ser que se le vea el plumero y por irte a Sevilla… pues eso. Aunque, eso sí, nos insiste en estar de acuerdo con “Isidoro” y la secuaz Susanita en aquello de “no al diálogo con cualquier formación que no se oponga a consultas que amenacen la unidad nacional”. Al parecer, y teniendo en cuenta que esta resolución fue tomada 8 días después de las elecciones generales del 2015, habrá que entender que las supuestas negociaciones reales sólo las hizo el PSOE con Cs y que probablemente Sánchez y los suyos utilizaran una “ouija” para contactar con el resto, incluido Podemos.

De ello tendríamos que deducir que nunca estuvo entre las ideas del equipo de Pedro buscar una alternativa programática, aunque sí de gobernabilidad, a la izquierda o, al menos, no liberal. Como quiera que De la Rosa no es más que un secretario municipal de un partido que en esta ciudad no ha pasado de ser más que una mera comparsa del PP, y en ello seguimos, no vamos a darle mucha importancia a las interpretaciones de los vaivenes estratégicos de su partido.

En cualquier caso, la carta del concejal dirigida a las agrupaciones de base para que no reflexionen demasiado sobre el estado de la cuestión y para que aprieten las filas, no es más que un buen ejemplo de la situación a la que le han llevado a este partido sus propios dirigentes y que tuvo su pistoletazo de salida con la no dimisión del gobierno de Zapatero tras comenzar la demolición controlada del modelo social-liberal. Mucho ñiqui-ñiqui y poco ñaca-ñaca.

A estas alturas los que se dicen socialistas no se han enterado que para mantener el orden constitucional – que nadie sabe muy bien lo que significa eso cuando se vulneran artículos constitucionales tan poco importantes como el derecho a la vivienda o la independencia del aparato judicial – junto a la monarquía o la unidad nacional, l@s españolit@s ya tienen al Partido Popular.

Ahora nos venderéis la moto de que os abstendréis, que eso es evidente desde julio, pero que influiréis en los presupuestos e incluso que “los votareis en contra”. En fin, por traerlo hasta aquí: como en Burgos.

La oposición socialista está siendo tan dura que el Ayuntamiento gobernado por Lacalle con sólo 10 concejales está tambaleándose todos los días por las continuas amenazas de “moción de censura” del primer partido de la oposición.

A la última gran amenaza del PSOE burgalés ya hay quien la llama la “amenaza fantasma después de apretar las tuercas a Don Javier y a su “salvador” de Foronda en los presupuestos del próximo año con una congelación de impuestos y una “ayudita” más a la movilidad de la ciudadanía burgalesa a cambio de su aprobación, o con la última ocurrencia de los de De La Rosa diciéndole a nuestro Alcalde que les dejen decidir el 20 % del presupuesto como si fuera suyo. A continuación, eso sí, venderemos lo de la “oposición en positivo” y la inmadurez política o el infantilismo negacionista de los concejales de Imagina.

Lo que queremos saber por estos lares, querido Daniel, es si gracias a vuestras medias tintas vamos a seguir soportando el hedor que sale del Ayuntamiento o vais a tener la audacia y la valentía de buscar un gobierno alternativo para la ciudad: contigo de alcalde, sí, a ver si es verdad que vosotr@s l@s pesoistas ya salís preparad@s para gobernar, tras pasar por la academia de las Juventudes Socialistas.

Lo que queremos saber es, en definitiva, si gracias a vuestras argucias dialécticas seguiremos soportando a los de siempre mientras bailáis la yenca.

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