¿Cómo de sano es el aire de Burgos?

Durante los meses de noviembre de 2020 y febrero de 2021 los grupos locales de Castilla y León de Ecologistas en Acción han realizado mediciones de concentración de dióxido de nitrógeno en 7 ciudades -León, Palencia, Burgos, Zamora, Valladolid, Salamanca y Segovia-, mediante 150 dispositivos de medición pasiva en cada una de las dos campañas realizadas, en las que participaron 50 personas voluntarias.

Los puntos de muestreo se distribuyeron teniendo en cuenta las zonas de mayor tráfico de las ciudades y las estaciones oficiales de calidad del aire de la Junta de Castilla y León.

Ambas campañas han tenido la influencia de un factor importante y excepcional, debido a que se han desarrollado durante una situación inusual derivada de la crisis sanitaria de la COVID-19. Desde el 24 de octubre se impuso un toque de queda en toda la comunidad desde las 22.00 a las 6.00 horas.

Esto tuvo una notable influencia en las mediciones, ya que durante ese intervalo horario se produjo una importante reducción del tráfico y, por tanto, las concentraciones de dióxido de nitrógeno, eran inferiores a las que habría en condiciones normales para la época del año.

La principal conclusión que arrojan las campañas es que la calidad del aire en las principales ciudades de Castilla y León no es adecuada, perjudicando la salud de casi un millón de habitantes de las mismas.

Es, por tanto, fundamental reducir la contaminación atmosférica en las ciudades de Castilla y León, ya que causa cada año cerca de un millar de muertes por exposición al dióxido de nitrógeno, las partículas en suspensión y el ozono, según demuestran los estudios más recientes del Instituto de Salud Carlos III y el Instituto de Salud Global.

En Burgos, en 3 de las 25 ubicaciones donde se colocaron medidores se superaron los límites legales. Sin embargo, desde Ecologistas en Acción matizan que sus resultados resultan siempre un poco más elevados que si se mide con el instrumental de la estación de la Junta de Castilla y León, mucho más preciso.

También recuerdan, que los niveles máximos se miden en comparativas de un año, por lo que no se pueden extrapolar los resultados obtenidos en dos semanas de medición. El interés de esta campaña radica en mostrar, por un lado, una imagen más completa de la contaminación asociada al tráfico en la ciudad y, por otro, mostrar que la ubicación de la estación oficial de la Junta de Castilla y León no es la más idónea.

Después de las campañas de medición Ecologistas en Acción volvió a reclamar a la Junta que reubique la estación Burgos-1 -hasta 2006 estuvo en la calle Vitoria- a un lugar más expuesto a la contaminación que donde está ahora. En opinión de la organización ecologista, la ubicación actual incumple los requisitos que fija la Ley de Calidad del Aire.

Por este motivo advierten que, si la Junta no cambia de sitio la citada estación, recurrirán en los tribunales. El informe también se lo trasladaron al alcalde de Burgos y al concejal de medio ambiente, solicitándoles una reunión para comentar las conclusiones del informe y los resultados de la ciudad.

Campaña Clean Cities


Los datos que arrojan estas mediciones se suman a las conclusiones de la encuesta realizada en 15 ciudades europeas para la campaña Clean Cities y que a principios de mayo presentó el Área de Transporte de Ecologistas en Acción.

En el Estado español se entrevistó a 1.500 personas adultas de Barcelona y Madrid y entre los resultados destaca el dato de que la población española se encuentra entre las que más cambios demanda en la movilidad y el transporte. Así, la gran mayoría de la población preguntada demandaba un reparto más justo del espacio entre coches, transporte público, ciclistas y peatones.

Los resultados ponen de manifiesto cómo las restricciones por la pandemia han provocado un cambio en las expectativas de la población encuestada que expresa, de manera contundente, su deseo de tener más zonas verdes en las ciudades, aire limpio, más espacio para peatones y ciclistas y entornos escolares seguros.

Al considerar el tiempo, el esfuerzo y el dinero de los líderes políticos, el 71% piensa que sus líderes políticos deberían hacer más para proteger a la ciudadanía de la contaminación del aire. Las personas que tuvieron cerca la COVID-19 mostraron niveles de acuerdo significativamente más altos en comparación con aquellos que dijeron que no conocían a nadie que lo hubiera padecido, un 75% frente a un 63%.

La encuesta fue realizada por la campaña Clean Cities, de la que forman parte en Burgos Ecologistas en Acción y Amycos, para animar a los ayuntamientos a que se comprometan a un transporte libre de emisiones en 2030.

Es una iniciativa internacional que pretende construir una gran red de organizaciones de base, ambientales, sociales y en defensa de la salud, para reducir el tráfico de vehículos privados en las ciudades, y así mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La campaña arranca con una petición a la Comisión Europea, que en julio decidirá si prohíbe las ventas de coches nuevos de gasolina, diésel y gas en 2030. Las organizaciones que impulsan la campaña indican que quienes quieran pueden sumar su firma para pedir a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el fin de las ventas de nuevos vehículos de gasolina, diésel y gas para 2030 mediante el siguiente formulario: t.ly/0GJW

Por ARA

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