Bayer eliminará el nombre de Monsanto, tras comprarla, por su mala imagen

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Edificio nuevo de Bayer Euroservices en la localidad barcelonesa de St. Joan Despí en el Baix Llobregat.

Por Burgos Dijital

La alianza de Bayer con Monsanto ha dado como resultado el proveedor mundial más grande de semillas y pesticidas, la mayor compañía de la industria de suministros agrícolas y también la mayor amenaza para la agricultura orgánica y la soberanía alimentaria de los pueblos del mundo entero.

Tras el acuerdo de compra de Bayer (aconsejados por Bank of America, Crédit Suisse y Rothschild sobre la transacción) y Monsanto, el fabricante alemán de medicamentos y productos químicos dijo antes de ayer haber acordado la compra de la firma estadounidense de semillas en cerca de 66 mil millones de dólares, incluyendo deuda, poniendo fin a meses de discusiones tras aumentar su propuesta por tercera vez, según fuentes oficiales de la Agencia Reuters.

Destaca en el proceso que Bayer cuenta con la posibilidad de eliminar el nombre de la compañía estadounidense debido a la deteriorada imagen que tiene de ella la opinión pública. La corporación norteamericana cuenta con una pésima imagen de cara al consumidor debido a las fuertes críticas de los grupos ecologistas en las dos últimas décadas, dado que ha sido pionera en la comercialización de organismos modificados genéticamente (OMG) o transgénicos. A pesar de que variedades transgénicas como la OMG de maíz y soja representan en la actualidad más del 90 por ciento de los cultivos en Estados Unidos han encontrado una fuerte oposición por parte de los consumidores de Europa y están prohibidos o rigurosamente controlados en muchos países (España es el país de Europa con menos reticencias a este tipo de productos).

Monsanto, entre muchas otras cosas, ha creado productos farmaceúticos y químicos industriales, incluidas sustancias tóxicas. como bifenilos policlorados, ahora prohibidas y comúnmente conocidas como PCB, o el herbicida Agent Orange, que fue utilizado por el ejército estadounidense en la guerra de Vietnam. En 2014 colmó aún más su déficit de popularidad cuando compró el ejército de mercenarios privados y paramilitares Blackwater, responsable de varias masacres de civiles en Irak y otros países y relacionado también con Total Intelligence, empresa del mismo dueño y con un ex-agente de la CÍA a la cabeza. Monsanto contrató los servicios (Total Intelligence) para espiar e infiltrar topos en organizaciones de derechos humanos, animalistas, y actividades anti-transgénicas (además de ejercer control sobre otras corporaciones biotecnológicas y farmacéuticas).

La corporación “criminal” estadounidense se ha dedicado durante años a la persecución de la agricultura orgánica y fue responsable de  la “Alianza para una Revolución Verde en África” (AGRA), que operó bañada de un disfraz humanitario como un caballo de Troya para privar a los campesinos africanos pobres de sus semillas tradicionales sustituyéndolas por semillas transgénicas. Robert Horsch en 2006, quien fuera director de Monsanto, llevó a cabo esta operación contratado por la Fundación del rotario Bill Gates (dueña a su vez de 500000 acciones de Monsanto) y la Fundación Rockefeller. 

La alianza de Bayer con Monsanto es el mayor acuerdo en efectivo de la historia que dará como resultado el proveedor mundial más grande de semillas y pesticidas, la mayor compañía de la industria de suministros agrícolas, que combinará su negocio de industria farmacéutica y química con la agresividad de Monsanto y sus semillas manipuladas genéticamente y también la mayor amenaza para la agricultura orgánica y la soberanía alimentaria de los pueblos del mundo entero. La caída de los precios de los cultivos y la búsqueda de una mayor eficiencia han provocado una serie de ofertas durante el año pasado: en diciembre DuPont y Dow Chemical acordaron fusionarse y luego forjar una nueva unidad de cultivo en la ciencia y en febrero, China National Chemical Corp acordó adquirir la suiza Syngenta (el mayor grupo empresarial de productos químicos del mundo).

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