Por Acacio Puig
Como los datos del resultado electoral del 26 J están a disposición pública, no vamos a cansar a nadie recordándoselos. Lo esencial -tristemente- es que Marianico y su gente, vuelven a ligar y de nuevo, nos toca pagar la cama.
Las notas que siguen resumen lo que a mi juicio es importante señalar a día 27 de junio.
1.- El dato que creo invita a mayor reflexión es el de las ausencias: ese 30% largo que no pasó por la Fiesta. Un totum revolutum abstencionista en que se combinan gentes muy diversas.
Unas, despistadas por una “campaña casera” con poco espectáculo propagandístico y ya se sabe: si no nos calientan… ¡no vamos!
Otro sector pareció optar por tele, campo y playa, por aquello de más vale pájaro en mano. (Aunque parte del mismo votó por correo, no sabemos el porcentaje de voto que corresponde a la emigración exterior y el que corresponde a quienes se ocuparon en disfrutar de sus labores de ocio).
Un tercero sigue rogando el voto (los emigrados) pero sin demasiada fortuna. Demasiada juventud “díscola” y europeizada, no puede ser buena para la estabilidad nacional (incluso podrían seguir siendo “agentes judeo masónicos externos” que decía el franquismo).
Y un cuarto es tan radicalmente revolucionario que cultiva la plena indiferencia ante la política institucional. Lo que en cierto modo se apuntala en el hecho de que durante el que medio año con gobierno en funciones –desde el 20 D- no se ha producido ninguna situación caótica nueva: todo ha seguido igual de mal.
2.- En cuanto a alternativas de gobierno desde las oposiciones, no hay peligro. Se estancan las hipótesis de gobierno vertebrado por la tercera o la cuarta socialdemocracia. Podemos respirar (¿tranquilxs?) ¡Ni la derecha ni la izquierda social-liberal, amenazan con integrar a la ciudadanía en espejismos regeneracionistas!
Será el neoliberalismo –capitalismo fetén de nuestro siglo- el que seguirá arrasando derechos laborales, nacionales y políticos (Business&War).
Si se abre alguna ocasión constituyente será porque afinan las llaves desde Catalunya y Euzkadi. En todo caso, la larga marcha continúa (como decía Mao, incluso “con un puñado de arroz en el bolsillo y un cuchillo entre los dientes”).
3.- La ingeniería estadística vuelve a funcionar a la perfección con su recurso de ¡Qué viene el lobo! (los feroces comunistas disfrazados de corderos, los ingleses que se van de la UE y encima no nos devuelven Gibraltar… ¡Amenaza el KAOS!).
La derechona cierra filas y cohesiona el geriátrico electoral; las izquierdas especulan y de paso, pierden los papeles. Todo ello bastante habitual en el país que soportó cuarenta años de dictadura y otros cuarenta de mayoritario embrutecimiento cívico.
4.-En cualquier caso, destacaremos algo positivo: se inicia la oportunidad de hacer política. Setenta y un diputadxs no es poca cosa. Se acaba el tiempo de jugar de farol y la vida parlamentaria puede ser más divertida. Se acaba el momento de las especulaciones ideológicas y las exégesis de Gramsci (¿Partido-movimiento? ¿Partido- orgánico? ¿Cuarta socialdemocracia? ¿Autonomía de lo político?).
Concluyó el divertimento de que hablaba Pascal y se abre la posibilidad-necesidad de ocuparse de lo esencial.
5.– Y en estas nuevas circunstancias, en las que ocuparse de lo esencial está en primera línea ¿Qué retos tiene ante sí la izquierda con vocación transformadora?
Pues creemos que todos los necesarios para soldar brechas abiertas por las viejas maneras de entender la política.
Soldar la brecha entre cúpulas y bases, soldar la brecha entre bases y electorado, soldar la brecha entre lo institucional y lo social, soldar la brecha entre lo nacional e internacional.
Y todo eso requiere encarar -desde ya- los problemas organizativos “internos” desde bases radicalmente democrático-participativas, sustituir la competividad por el razonado apoyo mutuo y desarrollar programas e iniciativas que contribuyan a la musculación de los movimientos sociales y sindicales, feministas, ecologistas, memorialistas…que siguen -contra viento y marea- gestando un mundo nuevo en sus entrañas.
Porque vivir de los ecos del 15 M… hace tiempo que dejó de ser suficiente y lo mejor del 15 M está reubicado o en el exilio-emigrante.