14 de abril: ¡Frente a la dictadura del Capital: viva la república de las trabajadoras!

Sábado 15 de abril Manifestación en Plaza del Cid

Un año más salimos a las calles para reivindicar la forma de estado republicana como la única forma democrática de gestionar el estado. Que esta lucha está de plena actualidad lo demuestran por un lado las más de 100.000 personas que todavía se hallan enterradas en las cunetas de toda la geografía y que fueron asesinadas en la larga noche del fascismo por querer mejorar las vidas de la clase trabajadora. (Sábado 15 de abril Manifestación en Plaza del Cid de Burgos)

En Burgos hallamos tal ignominia en los montes de Estepar, donde gracias al trabajo social y político de las organizaciones y personas voluntarias se comenzaron a realizar exhumaciones sin contar con apoyo institucional de ningún color.

Otra de las confirmaciones de la vigencia de esta lucha la encontramos en la total impunidad con la que cuenta a nivel judicial la Casa Real española, que es blindada por jueces, prensa y partidos del de la actual democracia ante cualquier investigación o imputación. Los miembros de tal Casa, vestigio de una opresión anacrónica, se sitúan por encima de la población en cuanto a derechos y obligaciones.

El actual monarca recibió la corona de manos de su padre, y su padre la recibió del dictador Francisco Franco; ahí descansa la legitimidad de la monarquía española.

El fascismo, lejos de ser una figura del pasado, resurge con fuerza en los últimos años, en forma de partidos políticos que en toda Europa  recogen sus principios y en muchos casos incluso su parafernalia y estética militarista, amparados por la democracia burguesa y por los estamentos oficiales. Desde casos extremos como el neonazi partido Amanecer Dorado en Grecia a relevos de extrema derecha con disfraz democrático y encorbatado como Vox o el racismo de Hogar Social Madrid en el estado español, pasado por Le Pen o los casos de Hungría o Alemania, la oleada de xenofobia centrada en la islamofobia y más concretamente islamofobia de género, ataques patriarcales al status de la mujer y sus derechos sexuales, reproductivos y de defensa contra las violencias machistas, cierre de las fronteras nacionales  contra los millones de exiliados y exiliadas de los conflictos bélicos…

El fascismo en sus múltiples formas, pues, está lejos de quedarse en una película que ver en el cine y en los libros de Historia y recobra fuerza a caballo de los conflictos que el sistema capitalista crea y que la clase trabajadora y los sectores empobrecidos padecemos.

86 años después, tras una larga dictadura fascista y una opresora democracia, los anhelos por volver a ondear la tricolor simbolizando la justicia social, la democracia y un paso adelante contra el sistema actual. Por eso estamos hoy aquí, para recordar lo que supusieron los progresos que supuso la II República, y para trasladar esa experiencia a nuestras demandas actuales.

En un momento histórico donde miles de jóvenes se exilian en busca de futuro, donde millones de trabajadoras siguen ganando menos que los hombres por el mismo trabajo, donde miles sufrimos despidos en empresas con beneficios, donde la represión y la falta de derechos democráticos básicos llegan a niveles verdaderamente autoritarios y dictatoriales (como la condena a la tuitera Casandra, los recientes juicios contra los titiriteros, los jóvenes de Alsasua o los tuiteros, nosotras y nosotros, decimos: ¡ No al Capitalismo! que se turna en destrozar nuestras vidas y nuestros derechos y no a su cabeza visible, la monarquía!

Creemos necesaria una república social  para la clase trabajadora. Una república en la que no se desahucie, una república donde las trabajadoras sean dueñas a través de cauces democráticos de su trabajo, una república donde la mujer pueda comenzar a romper las múltiples cadenas que le atan, una república donde el desarrollo humano no sea incompatible con la sostenibilidad medioambiental y ecológica, una república que apueste por el derecho de autodeterminación como una prioridad, para que todos los pueblos que la componen puedan decidir libremente su futuro.

Pero nuestra elección no consiste en sustituir a un monarca por un presidente o una presidenta republicana, sino en levantar mediante la movilización popular un movimiento de ruptura con el actual sistema económico que supere a los partidos que defienden el actual status quo. El monarca actual es un reflejo del capitalismo español; su padre, por designio del dictador dió a luz la actual democracia burguesa que tenía como principal misión mantener en el nuevo contexto político la propiedad y los beneficios de la burguesía española. Como vemos el papel de la monarquía nunca ha sido neutral.

Los últimos meses estamos viendo un resurgimiento de luchas. Desde pequeños sectores obreros que se lanzan a defender sus derechos, pasando por el movimiento educativo que lleva cerca de un año poniendo en jaque al gobierno , o los cientos de miles de mujeres y hombres que el 8 de marzo llenaron las calles, el apoyo que recibieron los estibadores… un importante repunte de luchas sociales y laborales marcan un nuevo periodo político en el que nuestra lucha por un sistema económico-social en forma de república social, y de las y los trabajadores ha de crecer exponencialmente.

En Burgos, un año más, gritemos bien alto y fuerte: ¡Viva la República de los pueblos y las trabajadoras!

Convocantes: Asamblea Feminista, Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC), Imagina Burgos, Izquierda Unida (IU), Izquierda Anticapitalista Revolucionaria (IZAR), Partido Comunista de España (PCE), Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE).

Un comentario

  1. Que las más de 100.000 personas que aún siguen en las cunetas, y que murieron a manos de los fascistas por defender los derechos sociales de todos/ as, no haya sido en vano. Salgamos a las calles al grito de ¡ Viva la República!

Deja un comentario