Por Acacio Puig
Aranda de Duero -Burgos- cuenta con algo más de 30.000 habitantes. Es por tanto un prototipo de ciudad media de la España Vaciada y al efecto que interesa a esta crónica, ilustra la brecha cívica entre votaciones (al centro -PSOE- e izquierda -Unidas Podemos-) y la Acción Social.
El pasado 28 de abril se movilizaron en Aranda 5.754 votos al PSOE y 2.306 a Unidas Podemos, es decir un total de 8.060. Añadiremos como hecho novedoso, la evidencia del ascenso del feminismo en Aranda: el pasado 8 de Marzo agrupó en concentración y manifestación a algo más de 1000 personas, que prácticamente ocuparon la Plaza Mayor y recorrieron en manifestación el centro de la ciudad.
Hoy, 1 de mayo, con los resultados electorales calientes, hemos tenido ocasión de medir la brecha entre votantes y acción social en el segmento que nos interesa, el del pueblo de izquierdas (si es que procede usar ese término).
En Aranda de Duero han coincidido –por separado- tres convocatorias este 1 de Mayo, la de UGT-CCOO, con manifestación y mítines, la de CGT con mitin y concentración y la de CNT también con mitin y concentración. En las dos concentraciones anarcosindicalistas hubo también música y tapeo.
La primera acción, la del sindicalismo mayoritario, ha convocado a unas trescientas personas (quizá algo más) y las de CNT y CGT a unas 50 cada una. Digamos pues que aquí, en la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, se ha movilizado en torno a un 5% del electorado y compañerxs abstencionistas defensores de la Idea y que las acciones han tenido lugar en tres puntos próximos -pero distintos- de la ciudad.
Si la dirección de la Primera Internacional (AIT) levantase la cabeza, no daría abasto repartiendo capones ante tanto revés a aquel “Agrupémonos todos…” que fue y sigue siendo común a marxistas, socialdemócratas y anarquistas…Pero así son las cosas (y por eso escribimos, además de haber participado hoy en las tres convocatorias arandinas).
El veneno de la “competitividad” no es patrimonio del poder empresarial…infecta también los territorios sociales que nos son propios. Aún falta empezar a atreverse a hacer el camino de la unidad de acción desde la diversidad. La diversidad de ideas, el gran valor de quienes seguimos teniendo muy poco que perder, parece que da yuyo… y eso es fatal. Eso es tanto como decir que hay miedo a converger desde el contraste de valoraciones y propuestas… converger al menos en fechas tan señeras (y que costaron tantas batallas y muertos) como el 1º de Mayo.
Y lo peor del caso ha sido el constatar fracturas generacionales bien visibles: la movilización de los “mayoritarios” era en elevado porcentaje de sindicalistas excesivamente mayorcit@s (ya jubilados) y la de “minoritarios”, de gentes de mejor edad, pero asaeteados por la precariedad y el paro. La presencia del feminismo emergente en las jornadas de huelga feminista 8-M… ha sido solo testimonial, de modo que la integración radical de los combates contra brechas salariales, paro femenino, cuidados “de gratis”…siguen siendo acentos de clase a incorporar a esos 8 de Marzo que desearíamos llenen los 365 días del calendario.
En cualquier caso, una satisfacción. El Memorialismo militante, encarnado por la Asociación arandina En Medio de Abril, participó en las tres convocatorias y portó una de las muy escasas banderas republicanas presentes en la jornada. Por motivos también poco explicables la ausencia de banderas del PSOE, PCE, IU, PODEMOS…fue la tónica de la jornada: quizá por aquel tan viejo ¿no provoquemos, compañeros?
En fin, nosotr@s seguimos a lo nuestro.